Este artículo se publicó hace 12 años.
Colombia y las FARC anuncian el inicio del proceso de paz
El presidente Santos confirma que las negociaciones comenzarán en octubre y avisa de que las operaciones militares "continuarán con la misma o mayor intensidad"
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha confirmado que el inicio del proceso de paz con las FARC comenzará en octubre. El mandatario ha anunciado que su Ejecutivo ha alcanzado un acuerdo marco "que establece una hoja de ruta" una vez concluidas las primeras "conversaciones exploratorias" con la guerrilla.
La propia guerrila confirmó en una comparecencia ante la prensa en La Habana el inminente inicia del diálogo entre las dos partes. Santos, en una alocución dirigida a la nación, ha precisado que el acuerdo ha sido fruto de unas conversaciones "discretas" que se han llevado a cabo "durante seis meses en La Habana, con el acompañamiento de Cuba y Noruega", en las que se acordaron "el propósito, la agenda y las reglas del juego" para lograr un "acuerdo final que termine de una vez por todas esta violencia entre hijos de una misma nación".
El presidente colombiano ha advertido que pese al inicio de las negociaciones las operaciones militares contra las FARC continuarán "con la misma o mayor intensidad" y que su Gobierno no hará ninguna concesión territorial. "Al pueblo colombiano le pido templanza, le pido paciencia y fortaleza ante eventuales nuevos ataques de las FARC o un incremento de la violencia, que de todas maneras serán respondidos con toda la contundencia por parte de la fuerza pública y de la justicia", avisó. "Yo sé lo que es la guerra", ha llegado a decir el presidente, ministro de Defensa durante la administración de su mentor y ahora detractor Álvaro Uribe.
Santos dice que asume toda la responsabilidad de las negociaciones
Las conversaciones de paz se iniciarán, como adelantó Telesur, la primera quincena de octubre en Noruega y luego se trasladarán a Cuba. El presidente colombiano ha definido a ambos países como "anfitriones y garantes" y ha confirmado, asimismo, que el proceso contará además con el apoyo de Venezuela y Chile, a cuyos gobiernos Santos ha agradecido su respaldo durante las primeras conversaciones en La Habana. Por su parte, los representantes de la guerrilla agradecieron la "invariable colaboración del Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela", que "resultó determinante para la consecución de este acuerdo".
El mandatario ha insistido en que este proceso "debe ser serio, realista y eficaz", y en ese sentido manifestó: "Hemos trabajado con seriedad y las FARC también. Todo lo que hemos acordado se ha respetado; si las FARC abordan la siguiente fase con la misma seriedad, tenemos buenas perspectivas". "Tengo la convicción de que estamos ante una oportunidad real de terminar de forma definitiva el conflicto armado interno; se trata de un camino difícil, pero es un camino que debemos explorar", añadió.
A continuación detalló los cinco puntos que conformarán la agenda del diálogo entre el Gobierno colombiano y las FARC. Estos son desarrollo rural y mayor acceso a la tierra; garantías del ejercicio de oposición política y participación ciudadana; fin del conflicto armado, que implica abandono de las armas y reinserción a la vida civil por parte de los guerrilleros; búsqueda de solución al problema del narcotráfico; y derechos de las víctimas.
"Estamos ante una oportunidad real de terminar de forma definitiva el conflicto"
Santos destacó que la novedad de este proceso de negociación respecto a los anteriores que concluyeron en fracaso es que se llevará a cabo fuera de Colombia. Agregó que las negociaciones se medirán "en meses" y no en años, en alusión al diálogo celebrado durante cuatro años, entre 1998 y 2002, en una zona desmilitarizada del Caguán, en el sur del país durante el Gobierno de Andrés Pastrana, al advertir que si no hay avances no proseguirá.
Precisamente desde 2002 no se tiene constacia de contactos oficiales entre el Gobierno colombiano y las FARC para poner fin a un conflicto con más de medio siglo de historia. Ante un eventual fracaso de las conversaciones, Santos ha dicho que asume toda la responsabilidad de las negociaciones.
Las ONG han saludado el anuncio del mandatario, pero han advertido de que las negociaciones deben "abordar las causas profundas del conflicto armado". Entre ellas, la Oficina Internacional de Derechos Humanos-Acción Colombia (Oidhaco) cita "la concentración y usurpación de la tierra, la inequidad y falta de justicia social, la falta de garantías democráticas para la población, así como la violación sistemática de los derechos humanos y la impunidad de los victimarios". La ONG considera "imprescindible que todas las partes cesen urgentemente las hostilidades" y pide además a la Unión Europea que ejerza una "mirada crítica" y proponga "mecanismos efectivos de participación de la sociedad civil durante las diferentes etapas del proceso".
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