Este artículo se publicó hace 14 años.
Los conservadores barren en las legislativas de Hungría
Los socialistas se hunden y la extrema derecha logra el 17%
La Alianza de Jóvenes Demócratas (Fidesz) del ex primer ministro Viktor Orban, una formación opositora de centroderecha, consiguió una abrumadora victoria en la segunda vuelta de las elecciones legislativas en Hungría, al alcanzar el control de los dos tercios del Parlamento unicameral del país centroeuropeo. El Mszp (socialista) de Attila Mesterházy, tras ocho años de poder, sufrió una derrota histórica y la ultraderecha xenófoba representada por el Movimiento para una Hungría Mejor de Gabor Vona se convirtió en la tercera fuerza política.
Según los primeros datos oficiales, la derecha moderada y de corte populista alcanzó más del 56% de los sufragios; los socialistas consiguieron un resultado en torno al 20% frente al 43,2% en 2006 y la ultraderecha, el 17%. La cuarta fuerza sería el partido ecologista de izquierda LMP, mientras que las dos formaciones clave en la transición húngara del socialismo real al capitalismo, los liberales y el Foro Democrático, podrían quedar fuera del Parlamento. "Hungría se arrodilla ante la derecha", destacó el escritor Rudolf Ungváry en el periódico de izquierda Népszabadság.
"Lo que se avecina es un maremoto", afirma el analista Pal Tamas
La derecha húngara tendrá margen de maniobra para gobernar sin ataduras y reformar la Constitución, pero algunos analistas no descartan que llegue a acuerdos puntuales con la extrema derecha.
El espectacular avance del xenófobo Jobbik que multiplicó por ocho los votos conseguidos en 2006 y alcanzó casi el 15% de los sufragios en los comicios europeos del verano pasado fue interpretado con preocupación por muchos comentaristas políticos. "Lo que se avecina es un maremoto. Ya veremos si nos vamos a ahogar o sabremos nadar", afirmó el director del Instituto de Sociología de Budapest, Pal Tamas.
Mensaje radicalUno de los objetivos de Jobbik, que tiene influencia social en capas obreras y populares machacadas por la crisis, es "expulsar del Parlamento a los poscomunistas y los liberales extremistas", y acabar con "la criminalidad gitana", según la dirigente del partido Krisztina Morvai.
Hungría sufre una dura crisis económica y ha tenido que ser rescatada por el Fondo Monetario Internacional. Una crisis política estalló en septiembre de 2006, cuando se difundió un discurso del primer ministro socialista, Ferenc Gyurcsany, en el que reconocía que había mentido sobre la situación económica para ganar las legislativas.
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