Este artículo se publicó hace 14 años.
Copiapó celebra una fiesta de bienvenida
Por toda la región se prepara una gran celebración para darles la bienvenida
Banderas chilenas colgaban ayer por todos lados en las calles de Copiapó, capital de Atacama y la ciudad a la que serán trasladados los mineros tras su rescate. Por toda la región se prepara una gran celebración para darles la bienvenida. Las sencillas casas de techo plano, características del norte de Chile, se han engalanado con cintas de colores y pancartas. De los 33 mineros atrapados, 24 residen en esta ciudad.
Cientos de habitantes se apostaron en la plaza de Copiapó para ver los espectáculos de música y baile que el municipio organizó para amenizar las tensas horas previas al operativo. El alcalde, Maglio Cicardini, señaló que los colegios suspenderán sus clases mientras dure el rescate "para que los niños puedan verlo junto a sus familias". El escenario, con una pantalla de plasma gigante, transmitía imágenes en vivo desde la mina.
Las calles afectadas por el transporte de los trabajadores rescatados, que serán llevados desde el yacimiento hasta el hospital local, fueron cerradas al tráfico.
La expectación es tal que hasta en la capital del país, Santiago, se han instalado pantallas gigantes para seguir un rescate que puede durar hasta 48 horas.
Jimmy, de 19 años, el más joven de los mineros atrapados, pidió a través de una carta que se le preparara una barbacoa y que se ase un cerdo entero. Roxana, su cuñada, dijo que la familia le ha preparado una fiesta porque saben que le gusta mucho bailar, en especial reggaetón.
El amigo de ZamoranoA Esteban Rojas, sus vecinos y amigos le han preparado una gran fiesta que se convertirá en un carnaval. Lo mismo ocurrirá en casi todos los barrios de los mineros. Los festejos se celebrarán el sábado para dar tiempo a que los trabajadores puedan recuperarse y ser dados de alta para volver a sus hogares.
El minero Frank Lobos, ex futbolista y amigo del ex madridista Iván Zamorano, vive en la población Rafael Torrealba. Óscar Aguilera, amigo de la infancia y vecino, dice que esperará a que vuelva para organizar con él una fiesta. "Por ahora me bastará con verlo y abrazarlo".
Otras fiestas tardarán más: serán las que hagan realidad las promesas de matrimonio que surgieron de los mineros atrapados.
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