Este artículo se publicó hace 13 años.
Crece la revuelta en Yemen contra el dictador Alí Saleh
La Policía impide que los manifestantes lleguen hasta el palacio presidencial
Manifestantes antigubernamentales se enfrentaron ayer con los policías que les impedían avanzar hacia el palacio presidencial de Yemen en la capital, Saná. Los choques callejeros se produjeron mientras el presidente Alí Abdalá Saleh y el principal grupo de la oposición se disponían a iniciar un diálogo con el que el dictador espera poder evitar una revolución al estilo egipcio en este país de la península Arábiga que es un aliado vital de EEUU contra Al Qaeda.
Saleh ha decidido posponer una visita a Estados Unidos, prevista para finales de mes, "a causa de los acontecimientos en la región", según el lacónico comunicado de la agencia oficial Saba.
Alrededor de un millar de personas se manifestaron gritando consignas como "el pueblo yemení quiere la caída del régimen" y "una revolución yemení después de la revolución egipcia". Cuando un grupo de manifestantes trató de dirigirse hacia el palacio de Saleh, los agentes lanzaron su más dura respuesta hasta la fecha frente a la ola de protestas en la capital, apaleando a los rebeldes, que respondieron lanzando piedras. Cuatro personas resultaron heridas.
La revuelta contra el Gobierno de Yemen ha ido creciendo en las últimas semanas, inspirada por las de Túnez y Egipto, y ha forzado a Saleh a hacer importantes concesiones para aplacar las tensiones, incluido su compromiso de dejar el poder en 2013. No obstante, las manifestaciones, incluidas las marchas rivales de decenas de miles de opositores y de seguidores de Saleh que se celebraron en el Día de la Ira del 3 de febrero, se han desarrollado pacíficamente.
Fuentes de la oposición afirmaron que ayer hubo una decena de detenidos en Saná y que otras 120 personas fueron arrestadas en Taiz.
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