La ex directora de los servicios secretos de Colombia (DAS), Maria del Pilar Hurtado, a la que Panamá acaba de conceder asilo político, es sólo la primera de las figuras del entorno del ex presidente Álvaro Uribe en huir de la justicia y de la necesidad de declarar en su contra. Del ex secretario general de la Presidencia al antiguo ministro de Justicia, a los que se ha tratado de blindar con las embajadas en Roma y El Vaticano, todos buscan salidas en Panamá, Costa Rica o España ante la inminencia de procesos judiciales por lo que la propia Corte Suprema ha denominado una 'empresa criminal' montada desde la Presidencia de la República para perseguir, espiar y amenazar a juristas, opositores políticos, periodistas y defensores de derechos humanos durante el mandato de Uribe.

En el caso del embajador en Italia, Sabas Pretelt, su petición de asilo está motivada por su proceso abierto como autor de un delito de cohecho por la compra de los dos votos para que el Parlamento diera vía libre a la reelección de Uribe.

El ex secretario de la Presidencia gestiona el asilo en España con ayuda de Aznar

Según revelaciones de la propia ex jefa de los servicios secretos a la revista Semana, antes de huir a Panamá se sintió 'abandonada' por Uribe, como 'el eslabón más débil', una vez que sus colaboradores más inmediatos la señalaron como la inductora de las escuchas y seguimientos ilegales, por orden del presidente.

Tras su última y apremiante llamada, Uribe le aconsejó directamente pedir asilo en Panamá. Un país que conoce muy bien sus hijos tienen negocios montados en la capital y al que desplazó asesores para engrasar la operación con su amigo el presidente Ricardo Martinelli, a espaldas del presidente Juan Manuel Santos y de la canciller Ángela Holguín, que no han dejado de mostrar su disgusto por una operación que pone en entredicho la salud democrática de Colombia.

Para disuadirla, Uribe le contó a la antigua jefa del espionaje que su secretario general de Presidencia, Bernardo Moreno, acusado también de los montajes criminales del DAS, está gestionando su asilo político en España 'a través de la influencia de José María Aznar y de dirigentes del Partido Popular'.

El embajador en Italia y ex ministro de Justicia quiere escapar a Costa Rica

Para el presidente del Partido Liberal, Rafael Pardo, 'la figura del asilo político es para las víctimas no para los victimarios', Pardo considera la huida de Hurtado como 'una confesión de culpa'. El propio presidente de la Corte Constitucional, Jaime Arrubla, considera que en este caso 'el asilo se utilizó para conseguir impunidad en unos hechos que son más graves que lo sucedido en los años 70 en Estados Unidos con el escándalo Watergate'.

En declaraciones a Público el presidente de la Comisión Colombiana de Juristas, Gustavo Gallón, señala que 'todo converge en Uribe y llegará el momento en que se produzcan revelaciones precisas que muestren su involucración', aunque esto podría tardar 'como sucedió con Fujimori en Perú'.