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"Día de la libertad": los ingleses dicen adiós a las mascarillas en pleno auge de contagios

El fin de las restricciones este lunes 19 de julio se ha denominado "día de la libertad" en Inglaterra, pero para muchas personas no será un día de celebración.

Un muñeco promocional de la Eurocopa, con mascarilla.
Un muñeco promocional de la Eurocopa, con mascarilla. REUTERS

Este 19 de julio las mascarillas dejan de ser obligatorias en interiores, abren las discotecas, y no habrá límites en el número de personas que pueden reunirse en interiores y exteriores. El fin de las restricciones en Inglaterra tiene lugar en un momento delicado: este viernes se han registrado más de 50.000 casos diarios de coronavirus en el Reino Unido por primera vez desde mediados de enero. Por otro lado, más de 46 millones de personas han recibido una primera dosis de vacuna (casi el 90% de la población adulta) y más de 35 millones, (alrededor de dos tercios de los adultos) han recibido ambas dosis.

Según un estudio del Kings College London, el 47% de los nuevos casos de covid en el Reino Unido corresponden a personas que han recibido al menos una dosis de la vacuna. Laura, que es inglesa y tiene 30 años, todavía no ha recibido su segunda dosis. Laura tiene varias enfermedades crónicas, incluyendo encefalomielitis miálgica, síndrome de Ehlers-Danlos y ataxia episódica. "Para mí este lunes es el día en el que vuelvo al confinamiento", explica. "Es muy frustrante. Esperaba estar vacunada cuando llegase el fin de las restricciones, pero al igual que millones de personas no estaré completamente vacunada hasta septiembre. No entiendo por qué el gobierno no ha esperado un poco más, deberían haber tenido en cuenta la salud de las personas más vulnerables".

Una imagen de Laura.
Una imagen de Laura.

Alrededor de seis de cada diez fallecidos por coronavirus en Inglaterra en 2020 tenían algún tipo de discapacidad. Laura tiene claro que no quiere arriesgarse. "He ido a la peluquería este fin de semana porque a partir del lunes no volveré a ir", explica. "Lo que más me irrita es que el Gobierno haya decidido que las mascarillas no sean obligatorias en interiores. Ponerte la mascarilla es algo muy simple que ayuda a proteger a los demás. Para las personas muy vulnerables, este lunes va a ser aterrador", afirma.

The Lancet: "Creemos que el Gobierno está embarcándose en un experimento peligroso y poco ético"

Muchos expertos en salud pública comparten la opinión de Laura. Científicos y epidemiólogos de todas partes del mundo han respaldado una carta dirigida a la revista médica The Lancet advirtiendo que la estrategia de Boris Johnson "es un riesgo para el mundo". "Creemos que el Gobierno está embarcándose en un experimento peligroso y poco ético, y le pedimos que no abandone todas las restricciones este 19 de julio", dice la carta. El Ministro de Salud de Reino Unido Sajid Javid (que el fin de semana anunció que había dado positivo por coronavirus) ha dicho que el Reino Unido podría llegar a tener 100.000 casos por día.

A pesar de que el uso de la mascarilla deja de ser obligatorio en Inglaterra, el primer ministro Boris Johnson ha dicho que espera que los ingleses sigan llevándola en espacios concurridos. En Londres, el alcalde Sadiq Khan ha ido un paso más allá y ha anunciado que las mascarillas seguirán siendo obligatorias en metro y autobuses, y algunos supermercados como Sainsbury y Tesco también han advertido que no dejarán entrar a nadie que no lleve mascarilla. Gales y Escocia, que tienen sus propias competencias en materia de sanidad, han anunciado que el uso de la mascarilla seguirá siendo obligatorio.

Mario, que es español y tiene 30 años, trabaja en un supermercado en Londres. En su supermercado, los clientes decidirán si quieren o no llevar mascarilla. "En mi caso voy a seguir usándola, incluso seguramente compre una superior con filtro, ya que la gran mayoría de los clientes seguramente van a dejar de usarla, explica. "Creo que levantar las restricciones es un error. Estamos claramente en una nueva ola con una variante más contagiosa, y aunque muchos estemos vacunados no está de más seguir con medidas de precaución".

Mario: "Estar delante de cientos de clientes al día sin mascarilla no nos hace nada de gracia"

A Mario le preocupa su propia seguridad, pero también la de sus clientes más vulnerables. "A nosotros los trabajadores, estar delante de cientos de clientes al día sin mascarilla no nos hace nada de gracia", afirma. "La gran mayoría de mis compañeros la van a seguir usando. Pero también me preocupan nuestros clientes, porque al ser un super de barrio viene a comprar muchísima gente muy mayor, y ahora van a estar más expuestos que nunca".

Patricia, también española de 36 años, trabaja como camarera en un bar de sushi en el este de Londres. También cree que la mayoría de los ingleses dejarán de usar la mascarilla el lunes. "Cuando tuvimos la primera ola el año pasado, trabajaba en otro restaurante en Londres y la única medida que tomó mi jefe fue decirnos que había que tomar nota a un metro de la mesa", explica. "Dejé de trabajar en este restaurante en agosto de 2020 y todavía no nos pedían que llevásemos mascarilla".

Patricia dice que para ella el lunes no cambiará nada, ya que seguirá llevando la mascarilla hasta que termine su turno. "Mi jefe todavía no ha hablado con nosotros, pero imagino que a partir del lunes llevará la mascarilla quien quiera. No me parece buena idea quitar todas las restricciones tan rápido", dice Patricia. "Si ninguno de mis compañeros decide seguir llevando la mascarilla y los clientes no van a tener que usarla en ningún momento desde que entran hasta que salen, me pueden poner en riesgo a mi, aunque yo opte por seguir con las medidas".

Una imagen de Patricia.
Una imagen de Patricia.

El público británico tampoco parece tenerlas todas consigo: según una encuesta de YouGov realizada a principios de julio, la mayoría de los británicos dice que las mascarillas deberían seguir siendo obligatorias tanto en el transporte público (71%) como en tiendas y espacios públicos cerrados (66%). Está claro que los que más se arriesgan son los que trabajan de cara al público. Mohammad, que es originario de Pakistán, trabaja como conductor de Uber en Manchester.

"Yo voy a seguir llevando la mascarilla", dice Mohammad. "A veces tengo clientes que se suben sin mascarilla y se niegan a llevarlas durante el trayecto. Me molesta un poco, pero ¿qué voy a hacer? No puedo permitirme perder clientes".

Mohammad todavía está esperando su segunda dosis de la vacuna. Dice que cuando anunciaron el fin de las restricciones estaba un poco nervioso, pero ya lo ha aceptado. "Afortunadamente mi Uber tiene el techo abierto, y siempre tengo las ventanas abiertas. Tengo un poco de miedo de lo que vaya a pasar el lunes, pero no puedo hacer nada", explica.

Geraldine, que es chilena, tiene 47 años y trabaja en el aeropuerto de Manchester: "La verdad es que un poco de miedo sí que tenemos", dice. "Cuando el uso de la mascarilla era obligatorio mucha gente nos tosía en la cara porque decían que estaban exentos de llevarla, así que imagínate ahora que solo podemos sugerir y no obligar... esto va a ser el festival de la covid". Geraldine explica que la mayor parte de sus compañeros seguirán usando la mascarilla. "Creo que el gobierno me está poniendo en peligro", afirma. "Los contagios están aumentando, y ya tenemos varias bajas por covid".

"Por lo menos las aerolíneas van a seguir obligando a su uso, así que espero que la gente piense que en el aeropuerto también es obligatorio", dice Geraldine. No tiene muchas esperanzas de que la estrategia del gobierno vaya a salir bien. "Creo que ha sido una decisión meramente política, para congraciarse con la población. Pero lamentablemente yo creo que dentro nada nos volverán a encerrar".

Mientras, los grupos de expatriados españoles en Facebook y Twitter remarcan que para ellos tampoco será el fin de las restricciones, ya que a partir del lunes todavía habrá condiciones a la hora de viajar. España sigue en la lista ámbar del gobierno británico, lo que significa que al volver al Reino Unido aquellos que no tengan ambas dosis de la vacuna tendrán que observar una cuarentena durante 10 días y realizar una prueba covid-19 el día dos y ocho de su llegada. Aquellos que estén completamente vacunados todavía tendrán que pagar dos pruebas covid de su bolsillo. "Si realmente es el fin de las restricciones, que nos dejen volver a casa sin condiciones", comenta un español en uno de estos grupos.

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