Este artículo se publicó hace 14 años.
Dimite la líder de la Iglesia alemana tras dar positivo
Margot Kässmann, obispo de Hannover, se saltó un semáforo en rojo en su coche y dio positivo en un control de alcoholemia con una tasa de 1,54
Margot Kässmann, primera mujer al frente de la Iglesia Evangélica Alemana, dimitió ayer de todos sus cargos después de que la policía la detuviera en la noche del pasado sábado en Hannover, tras saltarse un semáforo en rojo al volante de su coche oficial. Un análisis en la comisaría demostró que conducía con 1,54 mililitros de alcohol en la sangre, valor que resulta aproximadamente de la ingestión de una botella de vino. A partir de 1,1 mililitros, las leyes alemanas consideran que un conductor no puede sentarse al volante. La policía retiró aKässmann el carné de conducir y abrió una investigación.
Kässmann desoyó ayer los ruegos del Consejo de la Iglesia Evangélica que representa a unos 25 millones de protestantes alemanes, que ayer por la mañana le expresó su confianza unánime y le pidió que siguiera. Los 14 miembros del consejo celebraron con ella el martes una conferencia telefónica en la que apreciaron su arrepentimiento público y su disposición a asumir todas las consecuencias del incidente. "Estoy conmocionada por mi propio comportamiento", declaró Kässmann.
A primera hora de la tarde de ayer, Kässmann convocó a la prensa para leer una declaración en la que anunció su retirada, por considerar dañados su cargo y su autoridad.
"No hubiera podido mantener la libertad de comentar y juzgar desafíos éticos y políticos", señaló. "Más allá del cargo, lo importante es el respeto a mí misma y a mi rectitud, que significa mucho para mí", añadió.
Con su dimisión, Kässmann ha conseguido pararle los pies a la prensa sensacionalista, que se había cebado con ella en los últimos días. El diario Bild tituló su portada con letras enormes: "La noche alcohólica". El Abendzeitung de Múnich publicó también en portada una foto deKässmann, con los brazos extendidos durante un sermón, con el título: "La pecadora por mililitro". La prensa seria, en cambio, se ha desecho en elogios a Kässmann y ha destacado su "grandeza humana".
Apoyo católicoLos lamentos por la retirada de la teóloga se oyeron también entre los católicos. "Conozco a la señora Kässmann desde hace tiempo como una mujer dispuesta a asumir responsabilidades y, precisamente por eso, respeto su decisión y puedo entenderla", dijo el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Robert Zollitsch.
Católicos y protestantes no siempre han mantenido buenas relaciones en Alemania en los últimos años. Muchos católicos se sienten molestos por las críticas de Kässmann al celibato, a la actitud de la Iglesia católica sobre el uso de condones o por su defensa de las parejas homosexuales.
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