Cargando...

Un diputado de Podemos accede a la 'cámara secreta' del TTIP en Madrid, que calca los vetos de la de Bruselas

El Gobierno y la Eurocámara ocultan quién accede al TTIP

Publicidad

Sala de lectura del TTIP en el Europarlamento, en Bruselas. WIKIPEDIA

Actualizado:

@Alopezdemiguel

MADRID.- Cambia la ubicación geográfica, pero no las restrictivas condiciones, ni tampoco la sensación de haber confirmado algunos temores para quienes se asoman al polémico TTIP. "Abre puertas, hay cosas que dan a entender que se podría tirar por caminos que no siguen el espíritu de la UE", asegura a Público Jorge Luis Bail, que este lunes se convertía en el primer diputado de Podemos en acceder a la flamante y única cámara secreta habilitada en Madrid para leer parte de los textos del acuerdo comercial que Washington y Bruselas negocian con sigilo. 

Publicidad

"Hay intervenciones de EEUU y la UE y se ve que están confrontados en varios asuntos", afirma Bail

Click to enlarge
A fallback.

Como ha narrado al portal AraInfo.org y a este diario, el diputado por Huesca entraba en la reading room a las 12:00 horas escoltado por un funcionario, para dejarla tras apenas hora y media de buceo entre documentos redactados en un lenguaje jurídico muy técnico y en inglés, que debía haber solicitado previamente.Tiene prohibido contar qué ha leído exactamente, e incluso discutirlo con otros parlamentarios, aunque hayan accedido a los mismos textos.

El Gobierno y la Eurocámara ocultan quién accede al TTIP

Ni el Gobierno en funciones, ni la Comisión Europea ni tampoco la Eurocámara han aclarado cuántas personas han accedido a los textos del polémico acuerdo transatlántico. El Europarlamento y la Comisión han aludido a la protección de datos evitando dar siquiera un número, mientras que la Secretaría de Estado de Comercio ha respondido que tienen acceso todos los funcionarios de carrera de la Dirección General de Comercio Internacional e inversiones "que tengan necesidad de hacer cualquier consulta".  

Publicidad

El único dato disponible sobre el número de visitantes de estas salas cifraba en 400 las consultas de los textos en Bruselas hasta abril de 2015,

Ante la insistencia de este diario, señalan a Bruselas como responsable de determinar las condiciones de consulta, y rechazan citar siquiera un solo cargo con acceso a la reading room.  "De acuerdo con el artículo 3.a) de la LO 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal, la identificación de personas es un dato de carácter personal, por tanto, no se pueden aportar dichos datos", afirman.

Publicidad