Este artículo se publicó hace 14 años.
Doce años de cárcel por una carta al rey
Un coronel marroquí, en prisión por divulgar ‘secretos’ que ya se conocían
Un anciano de 72 años duerme desde hace tres meses en una gélida celda de aislamiento de la cárcel marroquí de Salé. Se llama Kaddour Terhzaz, y en los años setenta fue el número dos del Ejército del Aire de Marruecos. En noviembre de 2008, un tribunal militar le condenó a 12 años de cárcel por "haber revelado secretos militares".
El destino de este coronel- mayor jubilado se torció un día de 2005 cuando escribió una carta al rey Mohamed VI. En ella, le pedía al monarca que mejorara las condiciones económicas de los aviadores marroquíes que habían pasado más de dos décadas presos del Frente Polisario. Esos pilotos habían sido sus subordinados y, a su vuelta a Marruecos, sólo la indiferencia les esperaba.
Pero en la misiva se mencionaba también un detalle: los cazas marroquíes que lucharon contra el Polisario no llevaban defensas antimisiles. "La carta no obtuvo respuesta", recuerda su hija, Sonia Terhzaz. En 2008, el coronel entregó una copia del documento a uno de esos pilotos, el capitán Ali Najab. Dos años antes, este militar, que pasó 25 años preso en Tinduf, había publicado sin consecuencias un artículo en el semanario Maroc Hebdo en el que también denunciaba que su avión no tenía escudo antimisiles. Sin que la familia del coronel sepa cómo, la copia en poder de Najab llegó a manos de la jerarquía militar. El 9 de noviembre de 2008, el coronel Terhzaz era detenido acusado de "divulgar secretos militares". Con una rapidez inusual, un tribunal militar le condenó 19 días después a 12 años de prisión.
Sus "40 años de fieles servicios"-en palabras que el propio coronel puso en otra carta- no le libraron de ser encarcelado en la misma prisión en la que también vegetan desde el pasado otoño seis presos politicos saharauis y el periodista Driss Chahtane, encarcelado en la celda contigua a la de Terhzaz. La familia del coronel no tiene dudas de que tan pesada condena obedece a "una venganza" por parte de dos de los hombres más poderosos de Marruecos: el general Abdelaziz Bennani, inspector general de las Fuerzas Armadas Reales, y el general Hosni Benslimane, jefe de la Gendarmería Real. "A mi padre le estaban esperando desde hacía muchos años", explica Sonia. Tras el encarcelamiento del militar, la familia ha sabido que sus teléfonos "estaban pinchados" .
Terhzaz, de 72 años, fue el número dos del Ejército del Aire marroquí
El "rencor" de estos dos hombres todopoderosos hacia Terhzaz data, subraya su hija, de la época de la guerra. Entonces, cuando el general Bennani comandaba las tropas en el Sáhara, el coronel empezó a escribir cartas al rey Hassan II, en las que le informaba sin tapujos de los errores del Ejército marroquí. Rodeado de aduladores, el rey debió de apreciar la franqueza de este hombre que le decía sin rodeos que las derrotas en el Sáhara no se debían "al apoyo de Argelia" al Polisario, sino a la "incompetencia" del mando marroquí, reza otra carta enviada en los setenta al entonces soberano, que Sonia cita orgullosa.
La familia ha empezado hace poco a movilizarse. Hasta el pasado verano, les habían hecho creer que "una gracia del rey acabaría con esta injusticia". Pero la excarcelación no llegaba, y al final el coronel les pidió que actuarán ante el temor de "no resistir" la prisión. La esposa francesa de Terhzaz -que también tiene la nacionalidad gala- y su hija Sonia están en Europa para dar a conocer su caso. Ayer, en Granada, donde se celebra la primera cumbre entre Marruecos y la UE, la hija del coronel participó en una conferencia de prensa en la que dos periodistas marroquíes, Ali Lmrabet y Ali Amar, denunciaron la represión de la libertad de prensa en su país.
En su misiva, el coronel intercedía en favor de sus
ex subordinadosLa situación del coronel se ha agravado desde el 30 de noviembre. Ese día, "justo después de recibir una llamada de Amnistía Internacional", subraya la hija del militar, Terhzaz fue encerrado en una celda de aislamiento. El pretexto fue que "tenía un móvil, cuando todos los presos tienen uno", se lamenta la joven, que atribuye el castigo a la llamada de Amnistía.
Human Rights Watch también ha pedido la liberación de este preso político. La última represalia a la que ha sido sometido el militar es no permitirle ver a su esposa más que "a dos metros y a través de unos barrotes", dice su hija. La excusa es que los guardias encontraron en su celda "el equivalente de diez euros, un cuchillo y un tenedor".
Jadiya Ryadi. Presidenta de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos
La Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) es una de las pocas voces libres que susbsisten en un país con un régimen en el que el concepto de democracia aparece a menudo en el discurso, pero brilla por su ausencia en la realidad. Jadiya Ryadi es la presidenta de la AMDH.
¿Cuáles son sus críticas al estatuto avanzado de la Unión Europea (UE)?
La gran crítica que tenemos es que los acuerdos políticos y económicos no van acompañados por ninguna exigencia en materia de derechos humanos. La UE actúa como si Marruecos fuese un país inmerso en un proceso de reformas democráticas que necesita apoyo para concluirlas, cuando, en realidad, no estamos aún en ese punto.
Pero el discurso oficial habla de transición.
En nuestro país, ni siquiera quienes creían que de verdad había una transición hacia la democracia se atreven ya a hablar de ello, pues ha quedado claro que no existe voluntad alguna de instaurar un Estado de Derecho en el país. Asistimos a un retroceso en el respeto a las libertades.
¿En qué consiste ese retroceso?
En los años noventa [al final del reinado de Hassán II] se produjeron algunos avances en cuanto a libertades políticas y derechos humanos. En el momento actual, se ha producido un retroceso con respecto a estos avances. No sólo por la represión de la libertad de prensa y por los presos políticos, sino también por los derechos económicos y civiles, cuya situación es catastrófica. La política del régimen marroquí es de fachada, una fachada de respeto a los derechos humanos que se ofrece para que la vea Europa.
¿Persisten prácticas como la tortura?
Sí, aunque no se practica de forma tan frecuente como antes. También la represión, la violencia y la impunidad de las fuerzas del orden. Zahra Boudkour [una estudiante encarcelada por participar en una manifestación] es un ejemplo: esta chica fue torturada con los mismos métodos que se utilizaban en el pasado.
¿Cuál es la solución?
Lo fundamental es cambiar esta constitución que da todo el poder al rey y conculca el principio de la separación de poderes. Si la justicia marroquí no fuera un sistema institucionalizado por el Estado para castigar a los opositores, si fuera independiente, los marroquíes podrían encontrar en ella un refugio contra la arbitrariedad.
La UE ha dado mucho dinero para reformar la justicia marroquí.
Sí, pero reformar la justicia no se logra cambiando los ordenadores. Sin separación de poderes, es imposible tener una Justicia independiente .
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