Son ya casi dos meses los que lleva paralizado Perú debido a una grave crisis política. Una intensa oleada de protestas que tuvo su origen en las provincias del Sur del país ha alcanzado también a Lima y, por el momento, no hay visos de que la movilización se atenúe pese a que las fuerzas de seguridad se están empleando a fondo.

Los enfrentamientos entre manifestantes y policías han dejado, tal y como apunta la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos y la Defensoría del Pueblo, un total de 57 muertos, siete de ellos menores de edad. Un dato que nos lleva otro aún más inquietante, a saber; en 50 días de represión gubernamental –desde que Dina Boluarte asumió el control del país– hay más muertes que días de gobierno.

De esos 57 muertos, 10 se produjeron por bloqueos de carreteras y 46 por fuerza policial o militar. Según los datos que manejan las fuentes citadas, tan sólo una de las víctimas pertenecía a las fuerzas del orden. 

Además, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) reportó la muerte de cuatro haitianos que no pudieron recibir asistencia médica por los bloqueos de carreteras, además de un bebé nonato confirmado por Unicef, lo que resulta en 62 fallecidos por las protestas desde el 11 de diciembre.

La válvula que desencadenó el estallido se origina el pasado 7 de diciembre tras el intento fallido de autogolpe a cargo de Pedro Castillo. El que fuera presidente del país, actualmente en preventiva acusado de rebelión y conspiración, disolvió sin previo aviso el legislativo y procedió a decretar un Gobierno de emergencia.

La aventura de Castillo duró poco, apenas unas horas. Fue entonces cuando su número dos, Dina Boluarte, asumió el cargo de presidenta. Con la calle incendiada, la gestión de la crisis de la actual mandataria y su Gabinete, que se niegan a abandonar el poder tal y como exigen los manifestantes, ha sido cuando menos violenta.

Además del número de fallecidos, la represión ha causado 1078 heridos (unos 22 civiles cada día). Un balance trágico que ha hecho que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU haya publicado este viernes un informe con recomendaciones para Perú, donde se realizan continuas referencias al excesivo uso de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad, así como a su necesario control.