Este artículo se publicó hace 11 años.
EEUU y Rusia exigen a Siria su arsenal químico en 7 días para no atacar
Obama advierte, en declaraciones previas al acuerdo, de que si la diplomacia fracasa deben estar preparados para actuar. "No nos vamos a fiar sólo de la palabrade Rusia y Al Asad"
Rusia y Estados Unidos han alcanzado este sábado un acuerdo por el que ambas partes exigirán al régimen sirio que entregue, previa inspección de la ONU, sus arsenales de armas químicas para su posterior eliminación, o de lo contrario se activará un protocolo de la carta de Naciones Unidas que contempla el uso de la fuerza, si bien ambos países han descartado de entrada esta opción.
El acuerdo, anunciado en Ginebra por el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, y su homólogo ruso, Sergéi Lavrov, tras dos días de intensas negociaciones en la ciudad suiza, será sometido a ratificación en el seno de la ONU a partir de la semana próxima y da a Damasco una semana de plazo a partir de su entrada en vigor para que entregue una lista completa de sus arsenales.
Estados Unidos y Rusia acuerdan el desarme químico de SiriaA partir de ese momento, Naciones Unidas ordenará a su sección de investigación de armas químicas una nueva inspección en el país árabe --no más tarde de noviembre-- en la que los especialistas deberán contar con la total y absoluta cooperación de las autoridades sirias.
Una vez concluida esta inspección y, en el mejor de los casos, requisado todo el material, se procederá a la destrucción de las armas químicas fuera del territorio sirio, un proceso que de ser posible concluirá a mediados de 2014.
En principio, el acuerdo descarta una intervención militar unilateral en caso de incumplimiento. Lavrov manifestó en su comparecencia que el texto del acuerdo no menciona siquiera un posible ataque contra Siria pero Kerry, más favorable a la opción armada, ha recordado que el presidente de EEUU, Barack Obama, sigue sin descartar completamente el hipotético ataque, aunque éste debería tener lugar con el beneplácito de la ONU.
De hecho, y en esa línea, el presidente Obama ha asegurado que su Gobierno continuará trabajando sobre una solución diplomática en el caso sirio, pero advirtió de que EEUU no se fiará sólo de la palabra de Rusia y del presidente sirio, Bashar Al Asad, y mantendrá abiertas todas las opciones.
En su discurso semanal de los sábados, Obama insistió en que su Administración seguirá apoyando una solución diplomática que obligue al régimen sirio a entregar y destruir las armas químicas con las que presuntamente acabó con la vida de un millar de personas el pasado 21 de agosto.
La alocución, emitida este sábado pero grabada, como es tradición, el viernes, fue por tanto previa al acuerdo alcanzado hoy entre el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, y su homólogo ruso Serguei Lavrov, mediante el cual los sirios deben dar "un acceso inmediato y total" a todos los lugares de almacenaje de armas químicas.
"Hemos visto indicaciones de que hay avances. Tan recientemente como hace una semana, el régimen de Al Asad no reconocía que poseía armas químicas. Hoy lo reconoce", subrayó el presidente.
"Siria ha indicado su disposición a unirse a otros 189 países, que representan el 98 por ciento de la humanidad en el cumplimiento de un acuerdo internacional que prohíbe el uso de armas químicas. Y Rusia ha arriesgado su propia credibilidad al apoyar este resultado", agregó.
Obama aseguró "estar preparado para seguir hacia delante con el plan" que alcanzasen Kerry y Lavrov, pero advirtió de que su Gobierno sigue alerta ante cualquier paso en falso.
"Como este plan sólo surgió a raíz de la amenaza creíble de una acción militar por parte de Estados Unidos, mantendremos nuestra postura militar en la región para seguir presionando al régimen de Asad. Y si la diplomacia fracasa, Estados Unidos y la comunidad internacional tienen que estar preparados para actuar", afirmó.
El mecanismo que activaría la intervención militar, según el pacto de las dos grandes potencias, sería el Capítulo 7 de la Carta de Naciones Unidas, que deja en manos del Consejo de Seguridad la aprobación de las operaciones de combate. Tal escenario solo se daría en el caso, como han insistido ambos diplomáticos, de que Al Assad no cumpliera al pie de la letra lo estipulado en el acuerdo, y según los plazos inicialmente previstos.
Tanto Kerry como Lavrov han asegurado que este plan bilateral encaja perfectamente con las conversaciones multilaterales para alcanzar una solución política para la guerra en Siria, que ha dejado desde marzo de 2011 más de 100.000 muertos y millones de desplazados.
No obstante, tanto Kerry como el propio presidente Obama, a través de su discurso semanal, han exigido a Damasco total compromiso con el plan. "Se acabaron los juegos. No esperamos menos que el total cumplimiento por parte de régimen", declaró el secretario de Estado, quien aseguró que en el caso de que Siria no cumpla con lo estipulado, llevará el caso ante el Consejo de Seguridad. "Nuestras opciones", aseguró, "no han disminuido".
Lavrov reiteró que "no hay nada escrito en el acuerdo que haga referencia ni al uso de la fuerza ni a sanciones automáticas pero ha aceptado la imposición de medidas a través del Capítulo 7. Rusia, tradicional aliado de Al Assad, se encontraría ante una difícil tesitura: el acuerdo para la destrucción de armas químicas fue propuesto por el Kremlin, y una votación en el Consejo de Seguridad --donde Moscú tiene derecho de veto-- implicaría que su estrategia ha fracasado
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