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El Ejército de Gadafi lanza otro contraataque

Los rebeldes pierden las conquistas de los últimos días en el este de Libia

AGENCIAS

Las fuerzas de Muamar Gadafi, que pese a los bombardeos de la coalición internacional siguen mejor equipadas que los rebeldes, avanzaron ayer en el frente este de Libia e hicieron retroceder a los combatientes opositores.

Los rebeldes han comprobado que sin cobertura aérea apenas pueden realizar avances significativos en su intento de llegar a Trípoli pasando por todas las ciudades que controla el dictador libio. El lunes, los rebeldes alcanzaron las proximidades de Sirte, de gran valor simbólico al tratarse de la ciudad natal de Gadafi.

Pero ese sigue siendo su listón. El Ejército del dictador les frenó y les obligó a retroceder perdiendo la ciudad de Ben Yauad, conquistada el fin de semana, hasta acabar replegándose en Ras Lanuf.

Los rebeldes se trasladaban hacia Sirte a bordo de un convoy de todoterrenos cuando se vieron sorprendidos por una emboscada de tropas de Gadafi que finalmente les rodearon dejándoles sólo la opción de retirarse hacia el este.

'Se trata de un repliegue táctico. Es sólo para mantener a nuestras tropas fuera del alcance de las milicias de Gadafi y sus mercenarios', afirmó ayer a Reuters Iman Bugaigis, portavoz del Consejo Nacional insurgente. Las fuerzas opositoras aseguran que mantienen la línea de defensa a las afueras de Ben Yauad y que la ciudad no ha caído en manos del régimen.

La ciudad de Sirte se ha convertido en un muro insuperable para los insurgentes

Pero los rebeldes también admiten que su avance es imposible sin el apoyo aéreo de los aviones y misiles de la coalición. 'Ayer [el lunes] hicimos algunas conquistas gracias a los ataques de la coalición. Hoy no ha habido ataques, así que Gadafi se ha aprovechado usando sus lanzaderas de cohetes', declaró ayer a Reuters Mohamed al Omán, un ingeniero de 50 años que lucha en el bando insurrecto.

Adil Serhani, otro rebelde de 30 años, admitió que hay cierta descoordinación en la ofensiva de los opositores: 'Los comandantes están en los cuarteles. Aquí en el frente no hay comandantes'.

Lo cierto es que los insurgentes se han encontrado con hostilidad por parte de la población de las zonas próximas a Sirte. Al ser un bastión de Gadafi, muchos de sus residentes apoyan al dictador y han tomado partido por las fuerzas del régimen.

Las fuerzas de la coalición bombardearon ayer objetivos en Trípoli y en la localidad de Sabha, en el sur del país, donde Gadafi mantiene tropas de retaguardia.

Algunos rebeldes afirman que en varias localidades próximas a Sirte se han organizados patrullas vecinales afines al régimen para repeler a los insurgentes. En Misurata, la situación sigue siendo incierta. El Gobierno libio afirma que sus tropas controlan totalmente la ciudad y que la han limpiado de 'terroristas', como se refieren a los rebeldes, que permanecían en ella.

Sin el apoyo aéreo de la coalición, los rebeldes no avanzan en su ofensiva

Pero los insurgentes aseguran que siguen firmes en la zona este de la ciudad y que sus milicianos continúan repeliendo las ofensivas de las tropas afines a Gadafi. Un vecino de Misurata informó a la BBC que la ciudad estaba siendo atacada con carros blindados y artillería por las tropas de Gadafi.

Los rebeldes afirman desde Bengasi que en Misuratahan muerto al menos 124 personas en los últimos nueve días. 'La masacre que se evitó en Bengasi se puede acabar produciendo en Misurata', dijo ayer un portavoz rebelde a la BBC.

La radio insurgente sigue animando a los ciudadanos del oeste de Libia a unirse a la revuelta y abrir otro frente para dividir a las fuerzas de Gadafi.

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