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La empresa de espionaje española en el objetivo de Wikileaks: "Hace falta más control sobre los gobiernos"

La compañía Agnitio es líder en tecnología de identificación de voz que vende a gobiernos de todo Europa, Brasil, Colombia o Corea del Sur, entre otros

Uno de los folletos comerciales del producto Batvox, de la empresa Agnitio, publicados por Wikileaks. PÚBLICO

LUCÍA VILLA

Agnitio es el único nombre español que aparece en la tercera entrega de los Spy Files. La empresa especializada en biometría de voz, con sede en la Gran Vía de Madrid, ya fue señalada por Wikileaks cuando se hizo pública una lista de 160 compañías internacionales dedicadas a la industria del espionaje.

Poco más se revela ahora de este negocio en nuestro país. Entre la nueva información recopilada por la organización de Julian Assange no figuran (como si ocurre en otros casos) contratos de Agnitio, ni el nombre y movimientos de alguno de sus comerciales. Tan sólo varios folletos de carácter comercial sobre el funcionamiento de sus productos, algunos accesibles desde la página web de la propia empresa.

Su director general, Emilio Martínez, ha defendido que aquellos folletos fueron sacados de una de las conferencias internacionales que se realizan sobre este tipo de tecnología y asegura que la polémica, para su empresa, pasó como algo "anecdótico". "Se hicieron afirmaciones genéricas y era inmoral, porque no se puede meter a todo el mundo en el mismo saco", señala en conversación telefónica con este diario. Matinez reconoce que la publicación de los Spy Files de Wikileaks en 2011 no supuso un cambio en su política comercial, pero no pone la mano en el fuego por la de todo el sector: "Estoy dispuesto a defender lo que hacemos nosotros, pero no lo que hace el resto".

Agnitio es líder en el desarrollo de herramientas de biometría de voz, una tecnología desarrollada para identificar voces desconocidas y después cotejarlas con otras ya registradas o conocidas, independientemente del idioma o tipo de habla.  Batvox y Asis (o Saivox) son los dos productos que Agnitio comercializa para este fin directamente con los departamentos de la Policía forense de los gobiernos de todo Europa, EE.UU, Canadá, México, Colombia, Brasil o Corea del Sur, entre otros.

Agnitio: "Toda la tecnología se puede utilizar para bien o para mal".

"Toda la tecnología se puede utilizar para bien o para mal, depende de las manos en las que caiga. Y es algo que pasa con toda la tecnología del mundo, incluida la nuestra. Pero eso no significa que haya que acabar con la tecnología, sino que se necesita un control más exhaustivo sobre los gobiernos y el uso que se hace de los productos", afirma.

Otro producto de la misma empresa y que aparece también entre la documentación de Wikileks, es el Biometric Speaker Spotting System, conocido como BS3, que está diseñado para el "rastreo y gestión de locutores para el ecosistema de mercados de inteligencia y militar". Según detalla su página web, ese sistema sirve para "rastrear objetivos específicos", la "compartición de la información relevante (comunicaciones e intercambio de datos)".

Entre otras habilidades, permite detectar varias voces que estén sonando en un mismo audio, siempre a través de intercepciones telefónicas.

Uno de sus productos está diseñado para el rastreo de voces en el campo de la inteligencia y militar  

Martínez señala que este sistema funciona de la misma manera que un procesador para un ordenador, es decir, es necesario integrarlo en otra herramienta. Su venta se hace directamente con los integradores, quienes a su vez venden el producto final a los gobiernos. "En la mayor parte de los casos no sabemos en qué se va a utilizar al final", sostiene el director general de Agnitio, que asegura que en los contratos, su empresa pide que se "apliquen las normativas internacionales de comercio".

En la Plataforma de Contratación del Estado, dentro del Ministerio de Hacienda, aparecen dos contratos de adjudicación de Batvox y Saivox con la Policía Nacional y la Guardia Civil con fecha de 2010 y 2012, respectivamente.

"Son herramientas sencillas que se comercializan directamente con el cliente que las va a usar", afirma Martínez, que recalca que no se dedican a la interceptación de llamadas. "Es algo en lo que no trabajamos. Lo que hacemos es que una vez que alguien intercepta la llamada, nuestro sistema identifica las voces".

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