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Encuentro de medios internacionales con la ex presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner

En una larga entrevista, la ex mandataria desgrana sus principales pensamientos sobre Argentina y los cambios que se están produciendo en América Latina.

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Encuentro de medios internacionales con la ex presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner. /NODAL

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SANTA CRUZ (ARGENTINA).- La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner convocó a varios medios de comunicación internacionales a su casa en El Calafate, al sur de la Argentina. En el encuentro, además de NODAL, el portal de noticias de América Latina y el Caribe dirigido por el periodista Pedro Brieger, estaban la cadena Al Jazeera de Qatar, el diario La Jornada de México, la cadena Telesur con sede en Caracas, la agencia de noticias Reuters del Reino Unido y la agencia rusa Sputnik.

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A diferencia de muchos gobernantes latinoamericanos que han abandonado sus cargos desprestigiados y vapuleados, "Cristina" organizó una inédita fiesta popular frente a la Casa Rosada

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El Calafate, donde vive la ex presidenta, es un pequeño pueblo de unos 20 mil habitantes sobre el Lago Argentino en la provincia de Santa Cruz, en el sur del país, a más de 300 Km. de Río Gallegos, la capital provincial. A simple vista, y por la escasa vegetación que se observa la región del Calafate es inhóspita. Sin embargo, navegando por el lago se llega a una de las maravillas más espectaculares que tiene la naturaleza, el imponente glaciar Perito Moreno, una gigantesca masa de hielo de varios kilómetros de longitud y cuyo frente alcanza más de 50 metros de altura.

El encuentro formal entre los seis periodistas y la presidenta se realizó en un quincho cerrado inaugurado recientemente con escasos muebles

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El encuentro formal entre los seis periodistas y la presidenta se realizó en un quincho cerrado inaugurado recientemente con escasos muebles, donde sobresale una chimenea de leños apagados y un canasto repleto de piñas silvestres. Durante dos horas Cristina Fernández, vestida con pantalón, remera y una ruana que la envolvía, habló con soltura y distendida de geopolítica internacional y los cambios que se dan en la Argentina y la región como si aún estuviera en el poder.

Hace siete meses usted dejó el poder y han pasado muchas cosas en el mundo, en la región y en la Argentina. Se ven fuerzas políticas contrarias al espíritu que usted dejó cuando terminaba su presidencia en diciembre del año pasado. ¿Qué análisis hace de lo que está pasando y cómo ve ese tiempo que ha pasado desde que dejó el poder?

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No lo analizo únicamente desde la perspectiva argentina, mi mirada es un poco más abarcativa, analizo desde una perspectiva más regional lo que está pasando en Argentina, en Brasil o en la última elección de Evo Morales en Bolivia.

En la Argentina lo veo como un retroceso muy importante porque los logros que se habían obtenido eran realmente formidables. Más allá de ese discurso de la “pesada herencia”, los números son objetivos: al 10 de diciembre del año pasado, la Argentina había alcanzado el menor nivel de endeudamiento externo en moneda extranjera de toda su historia. No de los últimos diez o veinte años, de los últimos doscientos años. Nunca habíamos tenido este nivel de desendeudamiento. Es curioso que el gobierno que logró este desendeudamiento, fue el que había recibido el país en 2003 con el default de deuda soberana más importante del mundo de 160 mil millones de dólares. Además, había dos dígitos de desocupación, un 54 por ciento de pobreza, 46 por ciento de indigencia y los jubilados cobraban 200 pesos. Nosotros terminamos el 9 de diciembre de 2015 con el nivel de endeudamiento más bajo en toda la historia que le permite al actual gobierno y a los actuales gobiernos provinciales tomar deuda. Los trabajadores argentinos habían logrado el salario con mayor poder adquisitivo de toda la región comparado en dólares, no sólo en términos nominales sino en términos de paridad del poder adquisitivo que es la otra manera en la que hay que medir el salario. Uno puedo tener un promedio de 450-500 dólares de salario, pero ¿cuántas cosas adquiero en mi país con esos 500 dólares? No solamente teníamos el salario más alto en dólares sino que teníamos el de mayor paridad adquisitiva y mayor poder de consumo, el de mayor poder adquisitivo de la gente en un mundo que a partir de la crisis del 2008 se había tornado sumamente difícil y complejo. Porque todo este proceso se produce, además, en un mundo con la crisis que aún no se superó del 2008, cuando cae Lehman Brothers, y después van y rescatan los bancos que tienen más rescates que los piratas del siglo dieciocho. Y siguen rescatando bancos mientras la gente se sigue hundiendo. Hoy el mundo tiene excedentes en todas partes. Todas las economías, cualquiera sea su grado de desarrollo, me refiero hasta las más altas de tecnología y tecnificación, hasta aquellas que producen bienes primarios, tienen un excedente en su producción porque ha bajado el consumo en todo el mundo. Esto es producto de la crisis que no se resuelve, producto de que sigue habiendo cada vez más desigualdad en la distribución de los ingresos que se extiende como una mancha de aceite en todo el planeta.

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El festejo de este último bicentenario de la independencia en 2016 fue muy frío en contraste con el calor que hubo en mayo de 2010 y parece haber un vaciamiento sistemático de la historia nacional. Este esfuerzo que se ha hecho para poner a la historia argentina en su lugar, el lugar de la Patria Grande que sintonizaba a su vez con Chávez y el pensamiento bolivariano en Venezuela y Rafael Correa en Ecuador hablando de la revolución liberal, y usted invocando o recordando a Belgrano… ¿Cuál es su inquietud con respecto al impacto que esto tiene en la conciencia política de los pueblos hoy, en este momento tan difícil que no sabemos si es un amanecer o un anochecer?

Para mí la historia siempre ha sido muy importante como significante, no como relato o cuentito de lo que nos pasó sino como comprensión, significación de lo que nos está pasando y de lo que nos puede pasar. Porque la historia no es un cuento de cómo se cruzaron los Andes o si Mariquita Sánchez de Thompson cantaba el himno en un piano desafinado, o con rodete. La historia, por lo menos para quienes militamos y hacemos de la política instrumento con el cual se puede cambiar el destino de un país y el destino de un pueblo, es la manera que tenemos de interpretar lo que pasó, entender lo que nos está pasando y poder prever lo que va a venir. Pero además también es una forma de saber por qué nos están pasando las cosas que nos pasan. La conmemoración del 25 de mayo de 2010 era muy importante para mí porque el 25 de mayo de 1810 era propiedad de la historiografía liberal argentina. Inclusive Perón había tomado el 9 de julio por la independencia económica, porque el 25 de mayo era la línea mayo-Caseros, ¿no? El 25 para mí lo representábamos en el colegio, nos poníamos peinetones, a los chicos les pintaban bigotito, les ponían una galera, era la cultura popular. Y el primer centenario había sido celebrado bajo estado de sitio con fuerte represión, con la Infanta de España que había venido a visitarnos y que se paseó con su carroza por las calles en pleno estado de sitio, con hambre, con desocupación, con obreros presos. Cuando Néstor Kirchner gana la presidencia empezamos a trabajar con la arquitecta Margarita Goodman y a discutir el Bicentenario. Era el año 2004 o 2005 y no sabíamos quién iba a ser el presidente del 2010. Yo comencé a pensar que ese Bicentenario tenía que ser profundamente nacional, federal, popular, regional, de la integración latinoamericana. ¿A quien fue a libertar San Martín? A Chile, a Perú, y después se encontró con Bolívar. Durante el festejo del 25 de mayo de 2010 caminábamos en medio de la gente sin policías Piñeira, Lula, Lugo, Evo, Pepe Mujica, Rafael Correa, Chávez… Ay, Hugo, por dios, Hugo, mi querido amigo Hugo… Era increíble! Los presidentes salieron a la calle y se miraron y me miraron preguntando si no iba a pasar algo y yo les dije que no nos iba a pasar nada. La verdad, que no se registran muchos antecedentes de casi 10 presidentes caminando entre una multitud que superaba los 3 millones de personas. Pepe Mujica me decía “hay más gente acá que en todo Uruguay”. Fue muy emotivo.

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En una de las últimas reuniones del Mercosur usted manifestó su alegría por la incorporación de Venezuela y Bolivia. Ahora existe una crisis en el Mercosur y un intento de aislar a Venezuela a través del gobierno interino de Brasil, con el apoyo de Paraguay y de la Argentina. El economista Alfredo Serrano Mansilla tiene una expresión respecto a lo que se vive en el continente, en nuestra región, en América Latina, dice que hay “un continente en disputa”. Hubo un golpe de Estado en contra de Hugo Chávez en 2002 y varios procesos destituyentes contra Rafael Correa, Manuel Zelaya, Fernando Lugo y Evo Morales. ¿Cómo se entiende la región tomando en cuenta también lo que está pasando en Brasil? ¿Cuál es el eje de este enfrentamiento?

Es muy simple. Retomo el análisis que hacía de que Estados Unidos había estado un tanto distraído producto de su lucha contra el terrorismo, y de que había sido agredido fuertemente en su propio territorio a partir de las Torres Gemelas en 2001. Yo creo que este continente en disputa comienza a visualizarse claramente cuando los gobiernos nacionales y populares como Brasil, Argentina, Venezuela, Bolivia, comienzan a tener relaciones comerciales, políticas y económicas con otros actores internacionales, fundamentalmente con la República Popular China y con Rusia. En esta región eran terrenos vedados a estos países. Nestor Kirchner realizó acuerdos estratégicos con el presidente de China Hu Jintao, que luego yo profundizo con el presidente Xi Jinping y cuya expresión más demostrativa es la construcción por primera vez de dos represas hidroeléctricas de gran magnitud por parte de los chinos. Ahí comienza. La participación de Brasil en los BRICS y la creación de ese fondo casi alternativo a lo que podía ser el manejo del FMI, crean un alerta, un alerta roja. Estados Unidos pudo haber visto que en la región estaban ingresando la República Popular China y la Federación Rusa y esto podría ser objeto de disputa en una región que tiene uno de los acuíferos más importantes del mundo, reserva de minerales también de las más importantes del mundo, reservas energética de las más importantes del mundo, Venezuela, y nuestra propia Vaca Muerta en la Argentina. Además, otra cosa fundamental: somos la gran productora de alimentos y de materias primas en el mundo, con lo cual somos una región estratégica para el desarrollo y el mantenimiento hoy de cualquier país que es potencia. Yo creo que esto debe haber movido intereses, pensamientos y acciones, de manera tal de que hubiera una limitante al ingreso o a la apertura de nuestros países a gobiernos que obviamente tienen disputas comerciales y de geopolítica. Se está rediseñando un nuevo mapa geopolítico en el mundo, complejo, mucho más complejo de lo que parece, porque esto que parece ser una tensión entre China o Estados Unidos por cuestiones económicas, o Rusia, tiene un ingrediente nuevo que es el surgimiento del terrorismo en el mundo.

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Su gobierno tomó una serie de decisiones que en su tiempo fueron criticadas por ciertos sectores de la sociedad, como por ejemplo, el régimen cambiario, el régimen de importaciones. ¿Desde el punto de vista de hoy, tomaría las mismas decisiones o modificaría algo?

Existe una costumbre muy acendrada en la sociedad argentina que es la de atesorar dólares para ahorro, cosa que no sucede por ejemplo en Brasil o en otras economías. El estrangulamiento del sector externo, vía demanda de dólar, de moneda dura, ha sido una constante en nuestra historia. Le pasó también a Juan Domingo Perón durante su primer y segundo gobierno en el siglo pasado. Es producto del crecimiento económico y de una aceleración en el crecimiento. Es gracioso, dicen que éramos un gobierno antiestadounidense pero si uno ve la balanza de pagos durante el gobierno menemista que era proestadounidense durante los años noventa del siglo pasado verá que la balanza comercial era deficitaria para Estados Unidos. Sin embargo, durante todo nuestro gobierno la balanza comercial fue absolutamente superavitaria para Estados Unidos porque nos estábamos reindustrializando, comprábamos bienes de capital para la industria, para producir. Necesariamente demandábamos a las economías de mayor tecnología, y Estados Unidos es una de ellas. No cambiaría la política cambiaria aunque sí tal vez la política industrial, para hacerla menos dependiente, o para que el desarrollo fuera más perfecto y que se puedan hacer los eslabones productivos, de manera de no tener tanta necesidad de divisas.

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En los últimos meses se han visto a personas cercanas a usted comparecer ante la justicia. ¿Le preocupa la posibilidad de que se dicte una orden de detención en su contra? ¿Cuál es su respuesta a esta cantidad de acusaciones que se ven en los medios hoy en día sobre usted?

El temor a la cárcel, te soy sincera, en absoluto, en absoluto. Si hubiera tenido temor, no hubiera hecho no solamente las cosas que hice en el gobierno, sino además también posiblemente nunca hubiera militado en los espacios políticos en los que milite desde muy joven. Ser peronista en este país nunca fue fácil y nunca fue gratis. Sobre todo peronista con la orientación que siempre hemos tenido quienes hemos compartido ese espacio.

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Su abogado dijo que estaba considerando recurrir a un tribunal internacional para denunciar un hostigamiento, una persecución judicial ante toda esta ola de investigaciones, acusaciones, denuncias judiciales. ¿Lo va a hacer, en qué tribunal y qué piensa que va a pasar con esas causas?

Creo que el fenómeno que se vive en Argentina no es un fenómeno local, creo que en el mundo hay un partido mediático que juzga públicamente, un partido judicial que es como espejo de ese partido mediático y un sector que interviene con estas dos patas fundamentales. En la región se ve muy claramente. En el caso de Brasil se vio muy fuerte la intervención de ese partido judicial. Aquí también, y es más, durante toda nuestra gestión fuimos fuertemente intervenidos por el partido judicial. La ley de medios que fue un modelo contra la monopolización y la hegemonía mediática fue suspendida por el partido judicial. Si uno lee las crónicas periodísticas durante el último mandato mío verá que periodistas, columnistas y editorialistas decían durante los últimos tres, cuatro años que yo cuando abandonara el poder iba a tener serios problemas con la justicia. Está escrito. O eran clarividentes o eran parte de una articulación mediática-judicial que es la que se está desplegando ahora. Ya tuve denuncias siendo presidenta, cuatro veces durante mi gestión denunciaron mi título de abogada. Me investigaron por enriquecimiento ilícito desde 1995 hasta el 2012, tres causas, sobreseimiento. Y siguen.

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