Este artículo se publicó hace 14 años.
Los equipos de rescate no actuarán hasta que no sea seguro
Aún de desconoce el estado de los 29 mineros atrapados en Nueva Zelanda
Los equipos de salvamento han anunciado que no entrarán a rescatar a los 29 mineros atrapados en Nueva Zelanda, hasta que confirmen que el gas dentro de la galería no es un riesgo.
"No pondré a mi gente en peligro hasta que estemos seguros de que no vaya a haber explosiones", indicó el director del servicio nacional de emergencias, Trevor Watts, quien recordó que para él los trabajadores son "como hermanos". Watts dijo que sus equipos están listos para bajar a la galería en cuanto sea posible y en cuanto los análisis confirmen que el gas no es peligroso.
Mientras tanto, uno de los supervivientes ha declarado que él se salvó porque llegó tarde al trabajo y no había descendido a la misma profundidad que la mayoría de sus compañeros cuando ocurrió la explosión del viernes.
"No pondré a mi gente en peligro hasta que estemos seguros de que no vaya a haber explosiones"Russell Smith también ha afirmado que hubo varios estallidos. "Las explosiones se fueron sucediendo una detrás de otra, así que me agaché para protegerme de los escombros", ha señalado a la televisión neozelandesa Smith, quien logró salir de la mina por su propio pie junto a su colega Daniel Rockhouse.
El operativo de rescate sigue paralizado por el peligro de incendios subterráneos que podría provocar el gas metano.
"Las muestras que hemos analizado indican que hay una especie de calentamiento bajo tierra, algún tipo de combustión con los gases", señaló Peter Whittall, consejero delegado de la empresa propietaria Pike River.
Whittall añadió que todavía no es seguro enviar a los equipos de salvamento, mientras su responsable policial, Gary Knowles, afirmó que todavía tienen esperanza de que los mineros estén vivos.
Anoche ya se suspendió por segunda vez consecutiva la operación , cuando la oscuridad obligó a parar la extracción de aire del interior y por el riesgo de que se produjera otro estallido de gas metano.
Los 29 trabajadores siguen incomunicados y no han comido en 48 horas después de la fuerte explosión que causó el accidente, pero tienen agua y probablemente se hallen dentro de alguno de los túneles a los que se está bombeando aire fresco desde la superficie.
"Seguimos pensando en la operación de rescate, estoy como loco por ir bajo tierra a sacarles de allí", dijo Knowles, a pesar de que ni el sistema de ventilación ni el suministro eléctrico funcionan desde el viernes.
Pike River cree que los mineros se encuentran a sólo 150 metros de la superficie, pero a 2,5 kilómetros de la entrada de la mina, bajo un túnel que pasa por debajo de la cordillera de Paparoa hasta los yacimientos de carbón de Atarau, en la Isla Sur de Nueva Zelanda.
Mientras tanto, las familias de las víctimas han llenado las iglesias de la cercana localidad de Greymouth para rezar por el milagro de que los suyos puedan ser extraídos con vida.
Los 29 mineros atrapados tienen entre 17 y 62 años y entre ellos hay tres ciudadanos británicos, dos australianos y un sudafricano.
Esta mañana se les autorizó por fin a visitar la mina, en cuya entrada esperan decenas de miembros de los equipos de rescate que no saben cuándo podrán bajar a la galería.
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