"Esto no es el comienzo del final, es el final del comienzo"

La fachada principal de la Catedral de Saint Paul, situada en el centro de Londres, ha dejado de ver el campamento indignado que el movimiento Occupy London levantó el pasado 15 de octubre. En la madrugada del lunes al martes, la Policía londinense ha desalojado a sus miembros y ha desmantelado la acampada en un proceso que se ha cobrado, al menos, veinte detenidos.

"Esto no es el comienzo del final, es el final del comienzo", ha advertido uno de los manifestantes a la cadena británica BBC. "Mi preocupación es que no permitamos que el drama de lo que ha pasado eclipse los temas importantes a los que nos enfrentamos en este país y millones de personas en todo el mundo", ha añadido. "No tengo ninguna duda de que, según se agrave la situación económica en los próximos años, más y más gente se unirá a este movimiento".

La operación se salda con al menos 20 detenciones

Sin embargo, Londres amanece este martes sin campamento indignado. Lo hace por una decisión del Tribunal Supremo, tomada el pasado 18 de enero, que ha avalado la iniciativa tomada por la administración de la ciudad por ser "legal y justificada". Pero los indignados rechazan esta medida y aseguran que la orden judicial sólo concierne a la retirada de tiendas y equipos, no a su derecho a estar frente a la catedral. De hecho, argumentan que su acampada no ha perjudicado la actividad de Saint Paul, sino que tuvo un efecto positivo en los visitantes, muchos de los cuales les mostraron su respaldo.

El Ayuntamiento de Londres ha emitido una nota en la que lamenta haber tenido que ordenar el uso de la fuerza para retirar a los indignados e insiste en que la Justicia ha sido clara en su autorización del desalojo. Además, afirma que hará todo lo posible para prestar asistencia a los más vulnerables del grupo a fin de facilitarles un lugar donde vivir, para lo que colaborará con una entidad benéfica.

El desalojo se ha producido sin excesivos problemas, según fuentes de la Policía, que señalan a "una pequeña minoría de manifestantes" que "obstruyó la labor" policial. Pese a todo, "la operación fue ampliamente pacífica".