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La Eurocámara abronca a Hungría por amordazar a la prensa

El primer ministro critica la envidia porque controle dos tercios del parlamento en una tensa sesión

DANIEL BASTEIRO

El primer ministro húngaro, Viktor Orban, se declaró este miércoles 'preparado para dar la batalla'. Tras su primer debate en la Eurocámara, no está nada claro que la haya ganado. Una mayoría de grupos parlamentarios reprendió al líder húngaro por la nueva ley que regula el paisaje mediático del país, y que deja en manos de un órgano controlado por el Gobierno el la supervisión del 'equilibrio' o el respeto a la moral de las informaciones y el poder de imponer altas multas a los medios que la incumplan.

'En democracia, los medios examinan a los políticos, no los políticos a los medios', advirtió Martin Schulz, jefe de los socialistas en la Eurocámara. Según él, los dos tercios del parlamento húngaro obtenidos por el partido de centro derecha que lidera Orban no pueden ser un cheque en blanco para reprimir a la prensa con una norma ya conocida como 'ley mordaza'.

'¡La información equilibrada no existe!', gritó Daniel Cohn-Bendit, líder de los Verdes e histórico cabecilla de las protestasen Francia durante el mes de mayo de 1968. ¿Acaso consideró [Richard] Nixon equilibrada la información sobre el Watergate? ¿Lo hizo George Bush con las informaciones sobre [las torturas en la cárcel de] Abu Ghraib?', se preguntó. 'Por supuesto que no', añadió, reivindicando una 'información que debe molestar a la política', aunque a veces 'duela'. Tanto Schulz como Cohn-Bendit pidieron a Budapest que dé marcha atrás a pesar de que la ley lleve más de dos semanas en vigor.

Orban se defendió de las críticas reconociendo sentirse 'ofendido' y 'sorprendido' por que tantos 'respetados' eurodiputados basaran sus opiniones en 'errores' y no en hechos. El primer ministro recordó que las multas a los medios no se pueden imponer a los medios que atenten contra la moral, pero huyó después de los detalles para acusar a la Eurocámara de ofender al pueblo húngaro que en durante el período soviético fue de los primeros en rebelarse contra el poder de Moscú.

'En estas condiciones, es muy difícil para mí recibir un tratamiento justo', lamentó. Orban llegó a reprocharles a los ciudadanos que 'lo que les molesta en realidad' no es el tratamiento de la prensa, 'sino que el pueblo húngaro se haya unido y votado por un Gobierno con [el control de] dos tercios del parlamento'. Según afirmó más tarde, ese 'hecho tan inusual en la política europea' motiva el 'gran escrutinio' de cada decisión del Gobierno.

El grupo liberal y el de la Izquierda Unitaria, a la izquierda del socialista, también reprocharon a Orban su ley sobre medios, mientras que el Partido Popular Europeo pidió simplemente que Budapest acepte los cambios que la Comisión Europea podría pedirle tras concluir, como se espera, que la ley incumple varias directivas comunitarias. El lunes, la comisaria a cargo de las competencias en medios de comunicación expresó sus 'preocupación' por una ley que considera 'insatisfactoria'.

Al término del debate, Orban compareció en rueda de prensa. 'Estaba preparado para que la mitad del Parlamento, la izquierda, abandonase el pleno', confesó, pero 'la discusión fue muy muy bien. Electrizante, estimulante. Casi como en el parlamento húngaro', ironizó.

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