Este artículo se publicó hace 14 años.
Fariñas se niega a abandonar la huelga de hambre
El disidente cubano desoye los consejos de sus seguidores, que temen por su salud
Guillermo Fariñas resiste. El periodista y disidente cubano cumplió ayer su sexto día en huelga de hambre y de sed sin una sola noticia del Gobierno de Raúl Castro. El ex preso político exige la liberación de 26 opositores encarcelados con graves problemas de salud. "Lo único que reclama es que el líder de la Revolución firme las licencias extrapenales (libertad condicional) de los presos enfermos, como han solicitado los propios médicos que los tratan en las cárceles", explicó ayer a Público la portavoz de Fariñas, Inés Zamora, que también es su redactora jefe en la agencia independiente Cubanacán Press.
El periodista disidente inició este pulso contra el Estado tras conocer el fallecimiento de su amigo Orlando Zapata tras 86 días de huelga de hambre. Fariñas fue arrestado y maltratado por la policía, que le impidió participar en un funeral convertido en un acto de repudio contra el régimen de los Castro.
"Su salud se deteriora, está deshidratado, con taquicardia, más de 100 pulsaciones por minuto, dolores abdominales y mareos frecuentes. Mi preocupación es que en las próximas 48 horas pueda sufrir un fallo renal", explicó a este diario el médico Yssmeny Iglesias, que atiende a Fariñas.
Celdas de castigo"No queremos que se convierta en un segundo Zapata", matizó Zamora. "Todos nosotros y también compañeros en el exilio le insistimos para que abandone la huelga. Pero él está decidido a no recibir ayuda hasta que pierda el conocimiento. En ese momento, le trasladaremos al hospital, esperamos que así podremos salvarle la vida". La decena de presos políticos que han secundado la protesta de Fariñas en varios presidios han sido castigados y recluidos en celdas de castigo.
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