Este artículo se publicó hace 11 años.
Fillon competirá con Sarkozy por ser el candidato de la derecha gala
El exprimer ministro francés declaró hoy que se considera "en competición de facto" con el expresidente con vistas a una eventual candidatura de ambos en los comicios presidenciales de 2017
El exprimer ministro francés François Fillon declaró hoy que se considera "en competición de facto" con el expresidente Nicolas Sarkozy con vistas a una eventual candidatura de ambos en los comicios presidenciales de 2017. Jefe del Gobierno durante la presidencia de Sarkozy (2007-2012), Fillon ha afirmado en el dominical Le journal du dimanche que no puede "asumir todas las consecuencias de una candidatura a las presidenciales y no estar en conflicto con Nicolas visto su estado de ánimo".
"Estamos en competición de facto", resume el exprimer ministro galo, que durante su desempeño al frente del Gobierno llegó a estar el algún momento por delante del expresidente en los sondeos de opinión y que hasta ahora no había precisado su intención de presentarse como candidato a la jefatura del Estado. Él es, según un sondeo de este mismo diario del pasado agosto, el favorito de los votantes conservadores para dirigir la Unión por un Movimiento Popular (UMP), que perdió las pasadas elecciones presidenciales y legislativas.
Fillon recababa el 48 % de los apoyos, dentro de quienes se declaran simpatizantes de la conservadora UMP, el doble de los que recibe el actual secretario general del partido, Jean-Fraçois Copé (24 %), quien aspira a mantenerse en el cargo. Copé y Fillon protagonizaron un agrio enfrentamiento por la dirección del partido, con acusaciones mutuas de irregularidades en el proceso de elección del nuevo secretario general, una disputa interna que ha conducido a la celebración de unas primarias abiertas dentro de la formación conservadora.
Fillon defiende que su partido apoye al Frente Nacional en las municipales de 2014
Las declaraciones de Fillon se conocen semanas después de que otras durante el pasado septiembre hubieran causado una gran polémica en Francia, cuando el exprimer ministro dio a entender que en los comicios municipales de 2014 podría entender que su partido apoyara al ultraderechista Frente Nacional (FN). Asegura que esas declaraciones "no fueron improvisadas" y que detrás de ellas está la idea de que "no se puede dejar a un partido que se encierre en una doctrina que puede ser cómoda pero que no arregla nada". Aludía a la consigna "ni-ni" vigente en la UMP, que consiste en no proponer el voto ni a socialistas ni a frontistas en caso de una disputa entre candidatos de ambos en segundas vueltas de comicios en las que ya no compitan conservadores.
En cuanto a Sarkozy, el expresidente no ha confirmado su intención de presentarse como candidato a un nuevo mandato en el Elíseo, sede de la presidencia de la República, en 2017, aunque en las últimas semanas ha reaparecido en la vida pública francesa. Sin embargo, las eventuales aspiraciones de Sarkozy a la Presidencia se encuentran con el obstáculo puesto por la Justicia, que el pasado 24 de septiembre confirmó la imputación del expresidente en el caso de Liliane Bettencourt.
Sarkozy es sospechoso de aprovecharse de esa multimillonaria anciana, heredera del gigante de la cosmética L'Oréal, para financiar su campaña electoral de 2007 y su imputación dificulta su regreso a la primera línea política.
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