Más de 3.500 testimonios de los horrores cometidos durante la guerra de los Balcanes han testificado delante de la fiscal Carla del Ponte en los ocho años que ha estado al frente del Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia (TPIY) de la Haya. En su emocionada despedida de la justicia internacional, Del Ponte rindió tributo a las víctimas y reiteró la 'necesidad de Kradzik y Mladic sean llevados ante este tribunal'.

El líder serbobosnio Radovan Kradzik y el jefe del Ejército, Ratko Mladic, han sido acusados por el TPIY de ser los cerebros de la campaña de limpieza étnica contra los bosnios musulmanes y de instigar en 1995 la masacre de Srbrenica, en la que más de ocho mil personas fueron ejecutadas en unos días por el Ejército mientras las tropas de la ONU miraban hacia otro lado.

'Espero y creo que el Consejo de Seguridad (de Naciones Unidas) tome la decisión correcta y no cierre el tribunal antes de que los dos sean juzgados', dijo Del Ponte. La fiscal expresó sentirse 'decepcionada' por la imposibilidad de procesarles, lo que considera 'una mancha en el trabajo realizado por el Tribunal'. La tenacidad de Del Ponte ha sido clave en arrestar a 91 inculpados y juzgar a 44.

Juicio a Milosevic

Su mayor victoria como fiscal fue lograr la extradición del ex presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, desde Serbia hasta La Haya en 2001. Milosevic murió en custodia en 2006 tras cuatro años y medio de complejo juicio.

Del Ponte declaró recientemente que se sentía 'furiosa' ante la muerte de Milosevic porque fueron años de trabajo 'sin una satisfacción legal'.

El belga Serge Brammertz, quien actualmente dirige la investigación sobre el asesinato en 2005 del entonces primer ministro libanés Rafik Hariri, tomará el relevo de Del Ponte, futura embajadora suiza en Argentina a partir de 2008.