Este artículo se publicó hace 17 años.
Francia vive su tercera jornada consecutiva de caos en el transporte con menos trabajadores en huelga
Pese al debilitamiento de la protesta, millones de ciudadanos vuelven a vivir hoy una odisea para llegar al trabajo
Millones de personas siguen teniendo hoy en Francia muchos problemas para realizar sus desplazamientos cotidianos a causa de la tercera jornada consecutiva de huelga en el transporte público terrestre, pese al debilitamiento de la protesta.
El paro contra la reforma de los regímenes especiales de pensiones se dejaba sentir una vez más en la compañía de ferrocarriles SNCF y en la entidad del transporte metropolitano de París RATP, aunque el número de huelguistas era inferior a los días anteriores, de acuerdo con los primeros informes de la dirección de ambas empresas.
En cualquier caso, en la SNCF hoy sólo estaban programados 250 trenes de alta velocidad de los 700 de un día normal, un 20% del resto de los trenes de largo recorrido y un tercio de los regionales.
En cuanto a la RATP, esta mañana circulaban en torno al 20% de los metros de media, aunque algunas líneas habían estado completamente paradas a primera horas; alrededor del 30% de los autobuses de la región estaban en servicio y una proporción similar de trenes de cercanías, aunque la situación variaba notablemente de una línea a otra.
Atascos en París
Como en los días anteriores, la consecuencia de todo eso era un tráfico rodado mucho más denso de lo habitual tanto en la capital francesa como en toda su región, con 240 kilómetros de retenciones a las 7.30 locales (6.30 GMT).
El paro tiene visos de continuar, ya que la dirección de los sindicatos pidió ayer a las asambleas generales que deben celebrarse hoy que voten la continuación hasta mañana.
Las centrales pretendían así forzar al Gobierno a una reunión para fijar el marco de la negociación en las empresas sobre la que parecía haberse conseguido un consenso desde el mismo miércoles.
Estrategia sindical
Hoy el responsable de la Confederación General del Trabajo (CGT, principal motor de la protesta) en la SNCF, Didier Le Reste, justificó esa demanda porque "necesitamos más visibilidad" sobre los temas que se van a discutir, y quieren garantías de que podrán abordar algunos puntos.
En una entrevista a la emisora France Info, Le Reste negó que se hubieran visto desbordados por las bases ayer, ya que la estrategia de las direcciones de los sindicatos cambió conforme las asambleas de huelguistas se pronunciaban en favor de continuar el paro.
"Estamos en línea" con las asambleas, aseguró el responsable de sindical, que apostilló que "es la estrategia de la CGT la que estructura el movimiento".
El ministro de Trabajo, Xavier Bertrand, había exigido ayer el fin de la protesta para el inicio de negociaciones.
El paro está convocado contra la reforma de los regímenes especiales de pensiones, a los que cotizan alrededor de medio millón de trabajadores (hay un millón de pensionistas), esencialmente en la SNCF, en la RATP, en las empresas públicas de energía (EDF y GDF), y los secretarios de notaría.
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