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Francia vuelve a la batalla contra su polémica reforma laboral

Pequeños cambios en la ley

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Una manifestación de sindicatos y estudiantes contra la reforma laboral en Estrasburgo, Francia.- AFP

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@lea_corr

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La que empezó siendo conocida como Ley El Khomri ─en referencia a la ministra de Trabajo, Myriam Al Khomr─) se ha convertido oficiosamente en una ley Valls, pues ha sido el primer ministro socialista, Manuel Valls, el que la ha defendido con uñas y dientes ante una sociedad civil mayoritariamente opuesta, unos sindicatos en pie de guerra, un parlamento dividido y una parte del propio partido socialista en contra, haciéndola pasar por decreto no una ni dos, sino tres veces, mediante el polémico artículo 49.3, que exime al gobierno del aval parlamentario.

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Pequeños cambios en la ley

Pese a este revés, los sindicatos no se dan por vencidos y vuelven a salir a las calles contra una reforma que, mientras para el gobierno galo favorece el empleo y la competitividad, para los actores sociales supone el mazazo definitivo a los derechos de los trabajadores.
Tras pasar por el Consejo Constitucional, que eliminó algunas disposiciones menores, el texto final prevé, entre otros cambios, priorizar los convenios de empresa sobre los acuerdos sectoriales, ampliar de la ─hasta ahora sacrosanta─ semana laboral de 35 horas hasta las 48 e incluso 60 horas semanales, reducir el pago de las horas extras y relajar las condiciones de despido por motivos económicos.

“Una ley que era mala
en primavera sigue siendo mala en otoño”, afirma el lider del sindicato CGT

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“Una ley que era mala en primavera sigue siendo mala en otoño”, ha repetido hasta la saciedad en los últimos días Philippe Martinez, líder de la CGT, primer sindicato por número de delegados en Francia. Entre los convocantes, que exigen la “abrogación pura y simple” del texto, se encuentran cuatro importantes sindicatos interprofesionales, (CGT, FO, FSU y Solidaires) y los principales estudiantiles (UNEF, UNL y FIDL).

La última jornada de protesta, el pasado 5 de julio, logró congregar, según los sindicatos, a 45.000 personas en París y 100.000 en toda Francia (unas 7.000 en la capital y 30.000 en todo el país, según las autoridades), cifras, en todo caso, a años luz de las alcanzadas en el punto álgido de las movilizaciones el 31 de marzo, 1,2 millones de manifestantes, según los sindicatos, y 224.000, según la policía.

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Vía judicial ante la desmovilización creciente

Conscientes de que el desgaste por las continuas manifestaciones y la aprobación de la ley juegan en su contra, los sindicatos preparan su próximo caballo de batalla: el plano jurídico.

el 70 % de los franceses se está en desacuerdo con la reforma, según los sondeos

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Por otra parte, del texto actual, 127 medidas requieren un decreto que debe ser validado por el Consejo de Estado para ser aprobadas, decretos de aplicación sobre los que también pretenden batallar. “Seguimos presentes en tres frentes: las calles, las empresas y la justicia, y los conjugaremos al mismo tiempo”, afirma Verzeletti.

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