El primer ministro tunecino, Mohamed Ghanuchi, ha anunciado en un discurso transmitido por la televisión estatal que permanece al frente del Gobierno de transición del país. En su discurso, Ghanuchi comunicó que todos los ministros relacionados con el anterior régimen de Ben Alí y que aún ocupaban puestos clave del Gobierno, como Interior, Defensa, Finanzas, Exteriores o Justicia, abandonarán sus puestos. 

Sólo dos de los ministros del antiguo régimen continúan en el Ejecutivo, aunque en departamentos de menor importancia como el de Industria y el de Planificación y Cooperación Internacional, tal como avanzó el miércoles.

En su discurso Ghanuchi afirmó que 'las consultas con todos los partidos políticos y los componentes de la sociedad civil que aceptaron participar' en las negociaciones permitieron formar este 'Gobierno provisional'.

'Su misión será organizar elecciones para que el pueblo elija con toda libertad', dijo, e instó a los tunecinos a 'retornar al trabajo'. Ghanuchi dijo que el nuevo Gabinete 'se compromete a que las elecciones sean organizadas bajo el control de una comisión independiente' y con la presencia de observadores internacionales que garanticen su transparencia.

La UGTT ha excluido la posibilidad de que alguno de sus dirigentes participe en ese Gabinete, aunque no se descarta que personas próximas a las posiciones del sindicato puedan incorporarse al mismo. Fuentes próximas a las negociaciones para conformar el nuevo Ejecutivo indicaron que éste estará integrado en los puestos clave por gestores y personas de reconocida honestidad, algunos de ellos antiguos ministros de la época del primer presidente del Túnez independiente, Habib Burguiba.

El último ministro procedente del anterior régimen en presentar su dimisión ha sido el titular de Exteriores, Kamel Morjani, quien esta tarde anunció que lo dejaba 'por el interés de Túnez' para apoyar la acción del Gobierno a fin de que la 'revolución' del país pueda 'colmar sus aspiraciones', informó la agencia oficial TAP.

La salida de todos los ministros del presidente depuesto Ben Alí de los puestos clave, pese al mantenimiento de Ghanuchi, supone un cambio fundamental en el Gobierno de transición, aunque todavía es una incógnita la reacción popular ante ello.