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Gingrich arrolla en Carolina del Sur y parte hacia Florida

El candidato populista canaliza la ira de la ultraderecha que impulsó la creación del Tea Party

ISABEL PIQUER

Después de su increíble victoria en Carolina del Sur, Newt Gingrich debe ahora demostrar que puede triunfar en un estado de verdad: Florida, la próxima etapa de la primarias republicanas, dentro de una semana. Gingrich arrasó el sábado con el 40,4% de los votos frente a Mitt Romney (27,8%), que ya se había preparado para la derrota. Los otros dos contendientes, el exsenador de Filadelfia Rick Santorum (17%) y el congresista de Texas Ron Paul (13%) se quedaron con las sobras.

Romney, que hasta hace unas semanas parecía el candidato ineluctable, arremetió contra su adversario al encajar la derrota. 'Nuestro partido tiene ahora que tomar una decisión importante. El presidente Obama no tiene experiencia a la hora de dirigir una empresa o un país. Una persona que tampoco ha dirigido una empresa o un estado [por Gingrich] no puede llevarnos a la victoria', declaró el exgobernador de Massachusetts.

Romney está mucho más preparado en Florida, donde le apoyan los cubanos

Gingrich, que ha conseguido posicionarse como el profeta iracundo de estas primarias y canalizar mucha de la ira ultraderechista que hace dos años ayudó a crear el movimiento Tea Party, siguió explotando la veta populista al criticar las 'elites de Washington' que no entienden al estadounidense de a pie. 'Hemos demostrado en Carolina del Sur que gente con ideas puede ganar al dinero', dijo en referencia a la campaña de Romney.

¿Se cumplirá la profecía? Desde 1980 (con la victoria de Reagan) todos los candidatos que han ganado en Carolina del Sur se han llevado la nominación. Pero estas primarias son atípicas porque también es la primera vez que tres candidatos distintos ganan las tres primeras etapas.

Florida es otro cantar. Es el tercer estado con más delegados en la convención que celebrará este verano (aunque podrían quedarse en la mitad, como multa por adelantar las primarias), después de California y Texas y delante de Nueva York. Hace cuatro años fue el trampolín que selló la candidatura de John McCain.

El exgobernador de Massachusetts tiene medios y ventajas en numerosos estados

Romney está mucho más preparado en Florida que Gingrich. Ya se ha gastado unos cinco millones de dólares en anuncios, más otros dos millones de los comités de acción política que le respaldan. Además, el hecho de ser mormón le perjudicará menos en Florida que en un estado tan evangélico como Carolina del Sur. Ahora lidera los sondeos (40,5% frente al 22% de Gingrich) pero estos comicios han demostrado que todo puede cambiar en el último minuto.

Romney cuenta con el apoyo de los líderes cubano-americanos más conocidos, los congresistas Mario Diaz-Balart e Ileana Ros Lehtinen que aparecen en un anuncio en español, 'Nosotros', a favor de su candidatura. Pero ni él ni los otros obtendrán el respaldo más codiciado, el del exgobernador Jeff Bush, quien ya ha dicho que apoya a todo el mundo.

'Romney ha planeado una campaña larga y difícil', decía el estratega republicano Ron Bonjean, 'y tiene los medios y la organización en estados donde los otros candidatos ni siquiera han empezado a pensar'. Después de Florida, febrero es un mes relativamente tranquilo con primarias y caucus (asambleas populares) en Nevada, Colorado, Minnesota, Misuri, Arizona y Michigan, donde Romney ya tiene personal. Tiene otras ventajas: es conocido en Michigan, donde su padre fue gobernador, y en 2008, cuando competía contra McCain, ganó el 50% del voto en Nevada.

Los otros dos candidatos en liza no abandonarán de momento la carrera. 'Iremos a Florida y a Arizona', anunció Santorum, quien pensaba poder revalidar su victoria de Iowa. Paul ya ha anunciado que no se presentará en Florida, para concentrarse en estados más pequeños.

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