Un desprendimiento de tierra en Papúa Nueva Guinea deja más de 2.000 personas sepultadas
El derrumbe también ha bloqueado el acceso principal al poblado, mientras que la avalancha continúa desplazándose “lentamente".
Sídney-Actualizado a
Las autoridades de Papúa Nueva Guinea estiman que más de 2.000 personas se encuentran sepultadas bajo tierra después del desprendimiento que tuvo lugar en la madrugada del viernes pasado. El suceso también ha dejado enterradas cientos de viviendas, situadas en las localidades de Kaokalam y Yambali, en la provincia de Enga.
Es la cifra que ha comunicado el Centro Nacional de Desastres mediante una carta al coordinador de la ONU en el país. Además de dejar a más de 2.000 personas enterradas vivas, la avalancha ha provocado "una gran destrucción de edificios, jardines y ha generado un gran impacto en el sustento económico del país", señala el texto.
El derrumbe de tierra también ha bloqueado el acceso principal al poblado, mientras que "el deslizamiento de tierra continúa lentamente, lo que supone aún un peligro para los equipos de rescate y los supervivientes", indica la carta.
UNICEF calcula que el total de personas afectadas asciende a 4.000, siendo 1.500 niños
El Ministerio de Defensa de Papúa Nueva Guinea ha informado que el desastre natural ha afectado a una zona en la que habitan más de 4.000 personas. Por su parte, las autoridades locales estiman que el número de afectados podría superar los 2.000, ya que el poblado acogía a personas desplazadas por los conflictos de aldeas cercanas.
Por su parte, UNICEF, ha calculado que el total de personas afectadas asciende a 4.000, siendo 1.500 niños. La avalancha ha dejado "completamente dañado" un colegio de la zona y a "nueve niños huérfanos", ha informado la organización.
Personas entre seis y ocho metros bajo tierra
Un portavoz de la Organización Internacional para la Migraciones (OIM) ha comunicado este lunes que, tres días después del inicio de la avalancha, "las posibilidades de salvar vidas a entre seis y ocho metros de profundidad no son muy altas, por desgracia".
La Organización Internacional para las Migraciones: "Las posibilidades de salvar vidas no son muy altas"
La OIM estimaba el pasado domingo que el número de personas sepultadas era de 670. Ahora, la cifra asciende a más de 2.000, según el Centro Nacional de Desastres.
Fuentes de la ONU han subrayado la dificultad de determinar con exactitud el número de víctimas mortales y desaparecidas, ya que el rescate es muy difícil por la inestabilidad del terreno, el complicado acceso a la zona y los problemas de comunicación.
El Gobierno australiano, por su parte, ya ha comenzado a movilizar ayuda humanitaria a través de la capital, Port Moresby, pero la ciudad se encuentra a 600 kilómetros de la provincia de Enga, por lo que no se espera su llegada inmediata.
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