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Grandes empresas venden como "sostenibles" productos con aceite de palma producido por mano infantil

La trampa de lo “sostenible”

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Niños es una plantación de palma en Indonesia. REUTERS

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MADRID. -Son, prácticamente, las marcas de alimentación y productos para el hogar más grandes del mundo: AFAMSA, ADM, Colgate-Palmolive, Elevance, Kellogg’s, Nestlé, Procter & Gamble, Reckitt Benckiser y Unilever. Pero una investigación de Amnistía Internacional hecha pública este miércoles desvela que estas nueve empresas, que venden productos tan conocidos y consumidos por todos como el helado Magnum, la pasta de dientes Colgate, los jabones Dove, la sopa Knorr, el KitKat o el detergente Ariel, utilizan para sus productos aceite de palma “manchado por estremecedores abusos contra los derechos humanos”.

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Para su investigación, la organización de Derechos Humanos ha hablado con 120 trabajadores de varias plantaciones de palma que abastecen a la empresa agroalimentaria Wilmar, el mayor productor de este tipo de aceite del mundo. Entre otras situaciones, Amnistía ha detectado a niños de ocho años que no acuden a la escuela para realizar un trabajo físico duro y peligroso; mujeres que cobran sólo 2,5 dólares al día sin pensión ni seguro de enfermedad; trabajadores con lesiones por el paraquat, una sustancia química tóxica utilizada en las plantaciones a pesar de estar prohibida por la UE y la propia Wilmar; larguísimas jornadas de trabajo físico para “cumplir objetivos absurdamente altos” o personas trabajando al aire libre sin equipos de seguridad adecuados pese al riesgo de sufrir daños respiratorios.

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Las empresas antes mencionadas fueron consultadas por Amnistía Internacional, aunque sus respuestas fueron poco claras. Siete reconocieron que compran aceite de palma procedente de las actividades de Wilmar en Indonesia, aunque sólo dos, Kellogg’s y Reckitt Benckiser, detallaron cuáles de sus productos podrían estar afectados, según una lista que les facilitó la organización. Colgate y Nestlé dijeron que ninguno de los productos de la lista contenía aceite de palma de Wilmar, pero no señalaron cuáles sí. Unilever y Procter & Gamble, que no quisieron responder sobre las refinerías concretas de las que se abastecen, no corrigieron la lista, y las otras tres ofrecieron respuestas imprecisas o ni siquiera contestaron.

La trampa de lo “sostenible”

Tras los escándalos medioambientales que se destaparon con los cultivos de palma, que están destruyendo las selvas tropicales indonesias y sus especies, en 2004 se creó la Mesa Redonda sobre el Aceite de Palma Sostenible, un organismo que integra a diferentes empresas del sector y que en teoría, debe velar por que se respeten los derechos laborales y de las comunidades indígenas, así como garantizar que no se ocupen zonas de elevado valor medioambiental, que no se amenace la biodiversidad del lugar y promover prácticas agrícolas más limpias.

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