@CdelCastilloM

MADRID.- El conflicto armado que ha resquebrajado Siria en incontables pedazos, que ha convertido en un polvorín una región ya de por sí inestable y que ha provocado una crisis humanitaria sin parangón desde la II Guerra Mundial, está a punto de cumplir su quinto año activo. Lo que en 2011 empezó como una guerra civil para descabalgar un régimen autoritario en el contexto de la primavera árabe es ya un conflicto geopolítico mundial con numerosos actores involucrados.

Los dos mayores son EEUU y Rusia. El choque entre las dos antiguas superpotencias hace de marco de fondo de un conflicto social y religioso. Así lo explica el especialista en geoestrategia y coronel del Ejército de Tierra Pedro Baños: "Rusia está tratando de recuperar la posición que le corresponde en el mundo por su historia, por su población, por su territorio, por su riqueza natural... Y EEUU está tratando de evitar por todos los medios esa expansión".

"Misiles en Polonia, en Turquía, los sistemas de radares, incorporar a Montenegro en la OTAN… ¿Qué sentido tiene sino incorporar a un país con un ejército de 2.000 soldados?"

"La guerra siria es un escenario más del conflicto entre EEUU y Rusia", asevera Baños, máximo responsable de Análisis Geopolítico de la Secretaría General de Política de Defensa durante la segunda legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero. Opina que "EEUU está aprisionando completamente a Rusia, y lo está haciendo a través de la OTAN. Misiles en Polonia, en Turquía, los sistemas de radares..."

Baños, que ha participado en el programa de La Tuerka El Estado Islámico: Diseño para otra Guerra Fría, avisa de que el refuerzo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte
—que también afecta a España— tiene a Rusia en el punto de mira. "El hecho de incorporar a Montenegro en la OTAN… ¿Qué sentido tiene incorporar a un país con un ejército de 2.000 soldados, si no es el de presionar a Rusia?", se pregunta en una conversación con este medio el coronel, ya en la reserva.

Una lucha entre superpotencias que impide el fin de la guerra

Aunque las fuerzas leales a Bashar Al Asad han tomado una ligera ventaja en las últimas fechas, la guerra en Siria sigue lejos de resolverse, empujando millones de refugiados al exilio y, en muchas ocasiones, a la muerte en el mar. En opinión del experto, esta situación se prolonga a consecuencia de que EEUU y Rusia son incapaces de llegar a un acuerdo sobre el futuro del país.

"Ni siquiera los grandes poderes pueden obligar a los pequeños actores (que también los hay) a buscar una solución, cuando ellos mismos están enfrentados sobre la solución final", señala sobre el enquistamiento del conflicto

Por ello, critica la hipocresía reinante en las diversas cumbres internacionales que se han celebrado para intentar poner fin al conflicto: "No se puede solucionar nada cuando cada uno tiene un interés completamente distinto. Rusia quiere mantener el régimen de Al Asad porque es quien, de momento, le garantiza sus intereses en el país. Y EEUU quiere todo lo contrario. Ni siquiera los grandes poderes pueden obligar a los pequeños actores (que también los hay) a buscar una solución, cuando ellos mismos están enfrentados sobre la solución final".

Eso sí, culpa a EEUU del ascenso del Daesh, el actor que ha terminado de dinamitar la región y que ha hecho que el conflicto salpique al territorio europeo con atentados como el de París. "El postconflicto de la invasión de EEUU a Irak se hace de una manera pésima. Se pone en Bagdad a un gobierno sectario chií que posterga al resto de la sociedad, sin repartir en absoluto los beneficios del petróleo con los sunníes. Entre seis y ocho millones de personas excluidas, ése es el primer caldo de cultivo para que surja el Estado Islámico", ha comentado durante el programa conducido por Juan Carlos Monedero. 

Un pacto antiyihadista "insuficiente"

"No es suficiente, hay que profundizar muchísimo", ha afirmado Baños, jefe de Contrainteligencia y Seguridad del Cuerpo de Ejército Europeo de 2001 a 2004, sobre el pacto antiyihadista firmado por el PP y el PSOE, al que se adhirió luego Ciudadanos. "Si queremos combatir la revolución que nos viene encima, lo primero que tenemos que entender es que es algo psicológico, y que la prevención, la disuasión, la represión, es importante, pero estamos hablando de un calado muchísimo mayor", ha sentenciado.