Este artículo se publicó hace 2 años.
Los haitianos salen a las calles en contra de una intervención armada en medio de la crisis humanitaria
El Banco Mundial (BM) ha cerrado temporalmente su oficina en el país ante la grave situación. Mientras, el Consejo de Seguridad de la ONU prevé, en una de sus resoluciones, una actuación militar para establecer el control.
Miles de haitianos han participado en varias protestas en rechazo a la intervención militar extranjera planteada en el Consejo de Seguridad del a ONU. También exigen la renuncia del Primer Ministro, Ariel Henry, que ha solicitado esta actuación armada por fuerzas extranjeras, bajo el paraguas de Naciones Unidas.
Unos 4,7 millones de haitianos, que representan un 40% de la población nacional, sufren actualmente inseguridad alimentaria, entre ellos 19.000 que por primera vez en el país se encuentran en "niveles catastróficos de hambre", según señala el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas (PMA).
La situación es especialmente grave en Cité Soleil, uno de los barrios más degradados de la capital Puerto Príncipe, donde las luchas de bandas armadas han dejado a muchos residentes sin acceso a lugares de trabajo, mercados y servicios sanitarios.
Este jueves, al menos 15 personas han muerto tras registrarse duros enfrentamientos entre pandillas rivales en el noreste de la ciudad. Desde el pasado 12 de octubre, hay más de veinte familias afectadas y casi una docena de casas quemadas en el municipio de Noailles, ubicado en la comuna de Croix des Bouquets.
Noailles vive amenazada por la banda 400 Mawozo, una de las más poderosas de la isla
En concreto, siete personas habrían muerto el pasado lunes, según un comunicado conjunto de la Fundación AfricAmerica y la Asociación de Artistas y Artesanos de Noailles, en el "pueblo artístico", llamado así porque en él residen numerosos especialistas del metal y la cerámica. Noailles vive amenazada por la banda 400 Mawozo, considerada una de las más poderosas de la isla, que está especializada en secuestros de grupos grandes para pedir rescates. Operan actualmente en el noreste de Puerto Príncipe y buscan extender su dominio.
El cierre de la oficina del Banco Mundial
Asimismo, el Banco Mundial (BM) ha cerrado temporalmente su oficina en el país ante la grave situación. "Debido a la aguda crisis humanitaria y de seguridad provocada por el bloqueo de la terminal petrolera de Varreux que ha llevado a la paralización del país, el personal de la oficina en Haití ha sido evacuado fuera del país", ha indicado el organismo.
Ha detallado que el cierre es temporal, por un período de 30 días, a partir del 14 de octubre. Durante este tiempo, Laurent Msellati seguirá asumiendo a distancia sus funciones como jefe de Operaciones del Banco Mundial en Haití. El equipo del BM en este país, asegura la institución, "se ha organizado para continuar con la ejecución de su programa".
Una intervención armada extranjera
A esto hay que añadir la suspensión de una sesión extraordinaria del Consejo de Seguridad de la ONU que iba a dedicar a la crisis en Haití, con la que pretendía poner freno de algún modo al deterioro de seguridad que vive el país, que además está agravado por un brote de cólera. La reunión iba a ser este miércoles, pero se ha pospuesto sin que se haya concretado una fecha.
El embajador francés ante la ONU, Nicolas de Rivière, dijo ese mismo día al entrar a otra sesión del Consejo que veía improbable que este miércoles se pudieran tratar alguna de las dos resoluciones sobre Haití, que actualmente se negocian entre bambalinas entre los miembros del organismo.
La idea de las dos resoluciones separadas apareció el lunes, en otra reunión del Consejo sobre Haití: una para propiciar una intervención armada extranjera de apoyo a las fuerzas haitianas para retomar el control de grandes partes del país controladas por bandas delictivas, y otra para imponer una batería de sanciones a los responsables de la violencia, incluidos los líderes de las bandas.
El país, por tanto, atraviesa una grave situación de crisis. Desde el magnicidio del presidente, Jovenel Moise, el 7 de julio de 2021, la siempre convulsa situación política y económica de Haití se ha visto aún más golpeada. Pronto el vacío de poder degeneró en una crisis de seguridad, con asesinatos y secuestros a diario, sobre todo en amplias zonas de la capital.
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