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Hizbolá, un refuerzo para Al Asad

El presidente libanés pide a la milicia chií que reconsidere su implicación el conflicto al mismo tiempo ésta entra en Al Quseir junto a las fuerzas gubernamentales

PÚBLICO / AGENCIAS

La milicia chií libanesa Hizbolá es ya un actor militar clave en el conflicto sirio, decantando la balanza a favor del régimen de Bashar al Asad. De luchar en las fronteras contra combatientes suníes pertenecientes al bando rebelde, los milicianos del llamado 'Partido de Dios' han pasado a ser una fuerza militar de refuerzo al ejército gubernamental en distintas áreas del país, como la batalla que se libra en Al Quseir. De esta forma se refuerza sobre el terreno el eje Siria-Irán-Líbano opuesto a la hegemonía de Arabia Saudí y Catar, que junto a Estados Unidos y la UE intentan llevarse a su terreno a los rebeldes sirios en un momento en el que el yihadismo gana adeptos entre sus filas.

Desde el pasado día 19, las fuerzas del régimen sirio, apoyadas por miembros de Hizbolá, llevan a cabo una ofensiva contra los rebeldes en Al Quseir. Esta ciudad, de unos 25.000 habitantes, es un enclave estratégico para los insurgentes debido a su ubicación en la ruta que conecta el norte del Líbano, de mayoría suní, con la provincia central de Homs, lo que permite el abastecimiento de armas. También es fundamental para el régimen, ya que esa carretera comunica Damasco con sus feudos de la costa mediterránea, de mayoría alauí, secta a la que pertenece el presidente sirio, Bashar al Asad.

Los rebeldes sirios acusan a Hizbolá de 'invadir' el país y piden armas a Occidente

Mientras, el presidente libanés Michel Suleimán ha instado Hizbolá a reconsiderar la participación de sus combatientes en el conflicto de Siria. 'Deseo que el jefe de Hizbolá (Hasan Nasralá) no implique a la resistencia en la guerra de Siria, porque ésta debe servir sólo en el interior del Líbano', dijo el mandatario en una entrevista con la televisión Futuro. De esta forma, recordó que todo el pueblo libanés apoya la resistencia contra Israel, pero 'no en el Golán (territorio sirio ocupado por Israel) o en Siria'.

El propio jefe militar del Ejército Libre Sirio (ELS), el general Selim Idriss, ha advertido de que Hizbolá 'está invadiendo' Siria y ha instado a la comunidad internacional a entregar armas a los rebeldes para frenarlo. En total, ha estimado que unos 7.000 milicianos chiíes estarían particpando en la batalla de Al Qusair. Además, ha denunciado que el régimen sirio cuenta también con el apoyo de combatientes iraníes . La Coalición Nacional para las Fuerzas de la Oposición y de la Revolución Sirias (CNFORS) ya advirtió hace semanas de que había 'elementos iraníes'.

Idriss ha sostenido que las armas occidentales servirían para 'defender a los ciudadanos', ya que en Al Qusair hay unos decenas de miles de civiles atrapados por la contienda. El líder rebelde ha advertido de que podría haber una 'masacre', si la ciudad cae en manos de las fuerzas gubernamentales. Sin embargo, este miércoles la Cruz Roja Internacional denunciaba que los rebeldes también estarían cometiendo importantes violaciones de los derechos humanos al mismo tiempo que una comisión de la ONU anunciaba que la mayoría de ellos no están luchando por la instauración de un régimen democrático.

El Ejército Libre Sirio asegura que el yihadismo es minoritario entre sus filas A este respecto, interrogado sobre la presencia de yihadistas en las filas rebeldes, el líder militar de los rebeldes ha aseverado que 'no representan más del 5 u 8 % del total', de modo que ha considerado que han recibido una excesiva atención mediática. Así, ha explicado que, aunque no comparte la ideología yihadista, la escasez de recursos en la oposición no permite excluir a nadie de la lucha contra Al Asad. No obstante, ha asegurado que, si finalmente la comunidad internacional se decide a enviar armas, se ocupará de que caigan en 'las manos adecuadas'.

Mientras los rebeldes critican la implicación de Hizbolá, el ministro de Exteriores y Expatriados de Siria, Walid al Moallem, ha cargado duramente contra varios países de la región por su papel en el actual conflicto político en el país árabe, especialmente contra Turquía, de la que ha dicho que 'está involucrada en la conspiración contra Siria'. De este modo, ha afirmado que 'más de 28 países facilitaron el viaje a extremistas hasta Turquía, desde donde entraron en Siria'. Asimismo, ha expresado que la postura adoptada por el Gobierno de Jordania hacia el conflicto 'es sorprendente', al tiempo que ha criticado a Amán por no hacer lo suficiente para controlar su frontera y evitar la entrada de combatientes armados a Siria.

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