Las autoridades hondureñas arrestaron el viernes a un ejecutivo de alto rango de una empresa hidroeléctrica acusado de ser uno de los autores intelectuales del asesinato de Berta Cáceres, dijo la Fiscalía del país centroamericano, cuando se cumplen dos años de la muerte de la líder indígena y ecologista.

El presidente ejecutivo de Desarrollo Energéticos S.A. (DESA), Roberto David Castillo, quien impulsaba la construcción de una represa en territorio de la etnia Lenca a la que se oponía Cáceres, fue detenido en un aeropuerto del norte del país, cuando al parecer pretendía salir del país.

"Castillo supuestamente fue el encargado de proporcionar la logística y otros recursos a uno de los autores materiales ya procesados por el delito", dijo UN portavoz del Ministerio Público.

El exdirectivo de la hidroeléctrica Desarrollos Energeticos (DESA), Roberto David Castillo, arrestado por agentes de la policía hondureña por su supuesta participación en el asesinato de Berta Caceres. REUTERS/Jorge Cabrera

DESA negó en un comunicado estar involucrada en el crimen y dijo que Castillo es "inocente", asegurando que "rechaza esta decisión que se desprende de presiones internacionales y campañas de desprestigio de diversas Ongs hacia la empresa".

El anuncio de la captura de Castillo se conoció pocas horas después de una protesta frente al Ministerio Público en Tegucigalpa por parte de familiares de Berta Cáceres, amigos, representantes de organismos ambientalistas y de derechos humanos para exigir justicia.

Miembros del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), que lideraba Cáceres, se concentraron frente a las oficinas del Ministerio Público exigiendo se arreste a más autores intelectuales, entre los que señalan a prominentes empresarios locales.

Una manifestante sostiene una pancarta en la que exige justicia para la ambientalista Berta Cáceres. EFE

"Los responsables intelectuales del asesinato de Berta Cáceres son los empresarios que están en la nómina de propietarios de la empresa DESA, pero contra los que no se ha actuado por sus influencias", dijo Salvador Zúniga, dirigente del COPIHN, a periodistas.

La madre de Cáceres, Austra Flores, dijo que a la familia le satisface en parte la captura del presunto autor intelectual del asesinato de su hija, pero que todavía hay "peces grandes" que deben ser capturados.

Berta Cáceres, una maestra de 43 años ganadora del prestigioso premio ambiental Goldman, fue asesinada a tiros en su residencia la noche del 2 de marzo de 2016 en un crimen en el que participaron empleados de la empresa, sicarios y miembros del ejército, según las autoridades de Tegucigalpa.

Castillo es el segundo presunto autor intelectual capturado por el asesinato de Cáceres, por el que también fueron detenidas y enjuiciadas otras ocho personas: Sergio Ramón Rodríguez (gerente de DESA), Douglas Geovanny Bustillo (ex militar), Mariano Díaz (oficial del Ejército), los hermanos Edilson Atilio y Eusebio Duarte; Elvin Heriberto Rápalo, Henry Javier Hernández y Óscar Aroldo Torres.

Integrantes del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, realizan un plantón en las instalaciones del Ministerio Público en Tegucigalpa (Honduras), donde exigen justicia para la ambientalista Berta Cáceres. EFE/Gustavo Amador

El Gobierno de Honduras, mediante un comunicado de la Secretaría de Derechos Humanos, exhortó al Ministerio Público a "continuar las investigaciones de manera exhaustiva" de las muertes violentas de defensores de derechos humanos y ambientalistas. "La justicia y el derecho a la verdad es a la vez una reparación y una garantía de que hechos dolorosos como éste no ocurran de nuevo en nuestro país", añade la información oficial.

"El 3 de marzo es un día triste en la historia de Honduras, pero a la vez nos hace recordar con respeto la lucha por la protección de los recursos naturales y el medio ambiente, a través de la huella indeleble que dejó marcada en la sociedad, con la vida y trágica muerte de Berta Isabel Cáceres Flores", subraya.

Honduras es escenario de habituales confrontaciones entre poblaciones indígenas y campesinas con emprendimientos mineros o hidroeléctricos, sectores donde el gobierno del conservador Juan Orlando Hernández alienta la inversión.