La Iglesia católica irlandesa recibió ayer uno de los ataques más fuertes a su actitud ante los casos de pederastia. El arzobispo de Canterbury y primado de la Iglesia anglicana, Rowan Williams, destacó en una entrevista con la BBC que se emitirá mañana, que la jerarquía irlandesa ha perdido “toda su credibilidad” por su inicial respuesta pasiva a las denuncias de abusos sexuales.

“No hace mucho hablé con un amigo irlandés, que me dijo que en algunas zonas de Irlanda ya es difícil salir a la calle con un alzacuellos”, explicó Williams. “El que una institución tan ligada a la sociedad haya perdido toda su credibilidad es un problema, no sólo para la Iglesia sino para toda Irlanda”.

Los comentarios del primado anglicano van a aumentar la desmoralización de amplios sectores católicos irlandeses y a buen seguro que no serán bien recibidos en Roma.

Benedicto XVI tiene previsto visitar el Reino Unido en septiembre y su autoridad para hablar de asuntos morales ha quedado seriamente cuestionada por el encubrimiento que se hizo de los casos de pedofilia.

La jerarquía católica irlandesa no ocultó su malestar por las declaraciones de Williams. El arzobispo de Dublín, Diarmuid Martin, dijo sentirse “perplejo” por estas palabras. “Los que están trabajando por la renovación de la Iglesia irlandesa no necesitan estos comentarios ni se los merecen en estas fechas”, dijo.

El cardenal Sean Brady, primado de la Iglesia católica irlandesa, no hizo ninguna mención directa al escándalo en la misa de Viernes Santo, excepto una referencia genérica a la necesidad del arrepentimiento por los pecados.

Aunque fue recibido con aplausos en la catedral de Armagh, la posición de Brady es casi insostenible en la jerarquía por su participación en el encubrimiento cuando era secretario de un obispo.

Muchos irlandeses esperan que Brady presente su renuncia en abril o mayo, lo que permitirá una completa reorganización de la jerarquía con la intención de dejar atrás el escándalo.