Este artículo se publicó hace 11 años.
Los indignados de Brasil logran la atención del Gobierno
Roussef alaba las manifestaciones y reconoce la necesidad de mejoras públicas. Algunas ciudades reducen su tarifa de autobús
Las masivas protestas de indignados en Brasil ya se han apuntado su primera victoria. La presidenta del país, Dilma Rousseff, le ha tendido la mano reconociendo la necesidad de mejorar los servicios públicos y una gobernanza más sensible, al tiempo que en algunas ciudades se ha decidido abaratar el precio del billete de autobús, detonante de las manifestaciones.
En un discurso pronunciado un día después de que más de 200.000 brasileños marcharon en más de media decena de ciudades, Rousseff dijo que su Gobierno mantiene su compromiso con el cambio social y está escuchando atentamente las numerosas quejas expresadas. "Brasil se despertó más fuerte hoy", dijo en un discurso televisado en Brasilia. "El tamaño de las manifestaciones de ayer muestra la energía de nuestra democracia, la fuerza de la voz de las calles y el civismo de nuestra población", agregó.
Además, deseosas de reducir las tensiones y prevenir futuras protestas, las autoridades de al menos cinco ciudades, entre ellas importantes capitales estatales como Porto Alegre y Recife, han anunciado planes para rebajar las tarifas de autobús.
No obstante, las protestas pacíficas han continuado durante la pasada noche en grandes ciudades como Río de Janeiro y Sao Paulo, donde miles de personas se congregaron frente a la catedral histórica de la ciudad y marcharon hacia la avenida principal. Se registraron algunos episodios violentos protagonizados por un pequeño grupo de manifestantes que rompió las ventanas de la alcaldía de San Paulo y luego prendió fuego a un puesto de seguridad policial y a la furgoneta de trasmisión de una emisora de televisión local. Según el canal de televisión O Globo, al menos 20 personas fueron detenidas por saqueos.
"El tamaño de las manifestaciones muestra la fuerza de la voz de las calles"
El Ministerio de Justicia informó en un comunicado de que enviará tropas federales hacia los sectores de Ceará, Bahía, Minas Gerais, Río de Janeiro y del distrito federal para reforzar la seguridad de los partidos durante la Copa de Confederaciones.
El alcalde de Sao Paulo, Fernando Haddad, una figura prominente en el Partido de los Trabajadores de la izquierda de Rousseff, dijo en una reunión con los líderes del movimiento de protesta que está considerando un recorte de las tarifas de autobús, pero tiene que encontrar la manera de compensar la pérdida de ingresos. Pero, incluso si Haddad cede, no está claro si eso sería suficiente para poner fin a las protestas, ya que los manifestantes han adoptado muchas otras causas. En realidad, la frustración es generalizada por unos servicios públicos deficientes, la violencia policial y la corrupción gubernamental.
Porto Alegre y Recife han anunciado planes para reducir el precio del bus
Las manifestaciones comenzaron como pequeñas protestas en algunas ciudades contra el aumento de las tarifas de autobús y metro, pero se convirtieron rápidamente en un movimiento nacional después de que la policía disparase balas de goma contra los manifestantes en Sao Paulo la semana pasada en unos enfrentamientos que dejaron más de 100 heridos.
Las marchas, organizadas principalmente por estudiantes universitarios a través de campañas en las redes sociales, suponen la mayor oleada de protestas desde 1990 .
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