Este artículo se publicó hace 14 años.
Un informe revela torturas en una cárcel secreta de Irak
Human Rights Watch asegura que el primer ministro, Nuri Al Maliki, supervisaba la prisión personalmente
Un informe de Human Rights Watch (HRW) pone de manifiesto las torturas sistemáticas en una cárcel secreta iraquí. El centro penitenciario está supuestamente bajo supervisión directa del primer ministro Iraquí, Nuri Al Maliki, lo que también pone en entredicho su reputación de moderado. Las denuncias las destapó el pasado 19 de abril el diario Los Angeles Times.
Muthanna era otra cárcel de los horrores en Irak. Según HRW, los presos eran colgados de los pies, se les ponía una bolsa de plástico en la cabeza, se les sometía a asfixias simuladas, recibían golpes, se les rompían los dientes, eran sodomizados con palos y cañones de pistolas, violados, y sufrían descargas eléctricas.
El informe se desprende de los testimonios de 42 de los 300 persos que pasaron por el centro en 2009. "Las sesiones de tortura duraban horas. Los guardas cogían a tres presos cada vez; nos llevaban al cuarto de interrogatorios para empezar el abuso; nos pegaban durante horas hasta que no podíamos andar por lo que nos tenían que llevar a rastras a la celda", explica uno de los ex presos.
"Nos pegaban durante horas hasta que no podíamos andar por lo que nos tenían que llevar a rastras a la celda"
"Diez personas me torturaron, cuatro de la comisión de investigción y seis soldados. Me aplicaron electricidad en el pene y me sodomizaron con un palo. Me obligaron a firmar una confesión que no me dejaron leer", denuncia otro hombre que pasó por la cárcel.
"Algunos presos jóvenes fueron obligados a mantener relaciones sexuales entre ellos", y a otros les arrancaban las uñas, les quemaban con cigarrillos o se les amenazaba con violar a sus mujeres y hermanas, dice HRW en su comunicado.
Presos suníesJoe Stork, director de HRW para Oriente Medio afirmó que "el horror que nos encontramos sugiere que la tortura era la norma en Muthanna" por lo que pidió una investigación al Gobierno iraquí.
La existencia de la cárcel supone un nuevo varapalo para Nuri Al Maliki, que perdió las elecciones parlamentarias del pasado mes de marzo. Según el diario The New York Times, la mayoría de los prisioneros procedían de la localidad de Nineveh, donde la rama suní es predominante.
El líder tribal de la región, el jeque Abdullah Humedi, dijo al diario que "Abu Ghraib fue un picnic en comparación con esto". Asimismo, alertó que la aparición de la prisión está inflamando los ánimos de los grupos más sectarios y puede provocar un nuevo estallido de la violencia.
Maliki niega todoEl primer ministro acusa a la oposición de haber organizado un montaje
El diario asegura que la tortura es un mal extendido en la mayoría de las cárceles iraquíes. Un informe del Departamento de Estado de EEUU dice que en 2009 hubo 502 denuncias de ex presos.
Maliki, sin embargo, negó la existencia de "cárceles secretas" en Irak, durante una entrevista para la cadena Al Iraquiya. Muthanna, ahora cerrada, fue descrita por el primer ministro como un "lugar de paso" para los presos durante "un período específico de tiempo".
Además, acusó a la oposición de haber enviado a la cárcel a un grupo de abogados para que sacaran testimonios falsos de los prisioneros.
HRW asegura que antes de que este caso se diera a conocer, en Muthana había 430 presos, de los que durante meses nadie sabía nada. "Los detenidos no tenía acceso a sus familias o a un abogado. No se les daba documento oficial alguno ni un número de detenido ni nada", agrega.
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