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Irak atribuye a los yihadistas la masacre de minorías religiosas

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El gobierno iraquí ha acusado a las milicias del Estado Islámico de matar al menos a 500 miembros de la minoría yazidí, enterrando vivos a algunos y tomando cientos de mujeres como esclavas. El ministro iraquí de Derechos Humanos, Mohammed Shia al-Sudani, dijo tener pruebas de que los yihadistas habían arrojado a los yazidís asesinados en fosas comunes y que había mujeres y niños entre los que fueron enterrados con vida.

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La contraofensiva kurda, con la cobertura aérea de la aviación iraquí y estadounidense, permitió a unos 20.000 civiles de la minoría yazidí escapar del cerco al que estaban sometidos en el Monte Sinyar, junto a la ciudad del mismo nombre, que concentra a la mayoría de fieles de esta religión esotérica y preislámica. Una fuente del Gobierno municipal de Sinyar explicó que los yazidíes consiguieron llegar a zonas del Kurdistán iraquí y de la cercana Siria, gracias a los combatientes kurdos.

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El avance del Estado Islámico ha obligado a huir a unos 600.000 civiles de minorías étnicas y religiosas

Pese a ello, también aseguró que combatientes del Estado Islámico han ejecutado en los últimos días a cientos de yazidíes por rechazar convertirse al islam, si bien no pudo precisar el número exacto. En esa misma línea, señaló que unas 300 familias yazidíes, que habitan las aldeas de Jansur, Koya y Hetin, han sido amenazadas de muerte por las milicias yihadistas si no abrazan la fe musulmana. Otra fuente, el redactor jefe del diario local Mahdar, Luqman Kuli al Jansuri, puntualizó que el ultimátum de los yihadistas afecta en total a más de 500 familias: 330 en el pueblo de Jansur, 120 de la localidad de Koya, y otras 54 del pueblo de Hetin.

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La campaña de terror emprendida por los yihadistas, con la cooperación de miembros del antiguo régimen de Sadam Husein y milicianos tribales, ha obligado ya a huir de sus hogares a unos 600.000 civiles pertenecientes a minorías étnicas y religiosas. En concreto, "alrededor de 150.000 miembros del grupo étnico shabak, 250.000 turcomanos y 200.000 seguidores del credo yazidí han sido forzados por los grupos terroristas a desplazarse", según Henin al Qedu, diputado de la provincia septentrional iraquí de Nínive, en una rueda de prensa en Bagdad.

Aseguró también que "las operaciones de asesinato, saqueo y violaciones continúan en las aldeas de mayoría shabak y también en las localidades yazidíes y cristianas en Sinyar". Los cristianos, yazidíes, turcomanos y shabak son algunas de las minorías que han convivido durante mucho tiempo con los musulmanes en Irak, donde ahora son perseguidos por el Estado Islámico. La mayoría de estos grupos, presentes en el país durante cientos e incluso miles de años, vive en la provincia de Nínive, una zona de historia y cultura milenarias surcada por el río Tigris y situada a unos 400 kilómetros al noroeste de Bagdad.

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Los combatientes kurdos ayudan a unos 20.000 civiles yazidíes a escapar del cerco yihadistaEl sangriento avance de los yihadistas durante las últimas semanas ha motivado la primera acción militar de Estados Unidos desde que Washington retiró sus tropas de Irak en 2011, casi nueve años después del derrocamiento de Hussein. El sábado, Obama dijo que solucionar la crisis en Irak no sería cuestión de tan sólo unas semanas.

Durante la jornada de ese domingo se realizaron nuevos ataques aéreos contra objetivos yihadistas cerca de Arbil, la capital de la región semiautónoma kurda de Irak, en su tercer día de ataques aéreos. La ofensiva busca proteger a las fuerzas kurdas que luchan contra las milicias cerca de Arbil.

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El deterioro de la situación fue ilustrado por la decisión del Departamento de Estado estadounidense de retirar parte del personal del consulado en Arbil por razones de seguridad. Tras gastar más de 2 billones de dólares en su invasión a Irak y perder las vidas de miles de soldados, Estados Unidos debe encontrar la forma de lidiar con un grupo que demuestra tener una línea más dura que Al Qaeda y que amenaza con marchar sobre Bagdad.

Masun encarga a al Abadi la formación de un nuevo Gobierno

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El presidente iraquí, Fuad Masum, encargó este lunes al chií Haidar al Abadi, dirigente de la coalición Estado de Derecho, la formación de un nuevo Gobierno en el país.  

Las televisiones iraquíes mostraron escenas del acto en el que Masum encomendó a Al Abadi reemplazar al hasta ahora jefe del Ejecutivo, el también chií Nuri al Maliki, en presencia del presidente del Parlamento, Salim al Yaburi. El secretario de Estado de EEUU John Kerry ha pedido a Al Maliki que no se interponga en la formación de este nuevo Gobierno, aunque el hasta ahora jefe del Ejecutivo no se ha pronunciado al respecto.

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Desplaza así al actual jefe del Ejecutivo, Nuri al Maliki

También estuvo presente el líder de la Alianza Nacional, la mayor coalición chií, Ibrahim al Yaafari, que propuso a Al Abadi como candidato al puesto.

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En Irak, está pendiente la formación de un nuevo Gobierno desde las elecciones del pasado abril y Al Maliki permanece en el cargo de forma interina. "La seguridad de Irak está en sus manos. Los asuntos deben volver a su cauce normal", dijo Masum a Al Abadi al encargarle la formación de un Ejecutivo que debe calmar un país tremendamente polarizado y que sufre la ofensiva de los insurgentes suníes encabezados por el Estado Islámico (EI) en el norte del país.

Nacido en Bagdad en 1952 y doctorado en Ingeniería Electrónica por la universidad de Manchester (Reino Unido), Al Abadi es un destacado dirigente del partido islamista chií Al Dawa, dirigido por el propio Al Maliki.

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En un discurso anoche, Al Maliki había anunciado que no pensaba renunciar a un nuevo mandato y acusado a Masum de entorpecer su camino. Al Abadi vivió en Londres como opositor del régimen de Sadam Husein hasta la caída de éste en 2003, tras lo cual regresó a su país.

De 2003 a 2004, fue nombrado ministro de Telecomunicaciones dentro de la autoridad provisional de la ocupación estadounidense y, un año después, fue designado consejero del primer ministro en el primer Gobierno elegido en las urnas. En el Parlamento, ha sido desde 2006 presidente de las comisiones de Economía y de Finanzas.

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Contraofensiva kurda

La contraofensiva que los peshmergas kurdos, con el apoyo de los bombardeos de Estados Unidos y armados por el gobierno iraquí, han lanzado sobre las posiciones yihadistas en el norte de Irak dio sus primeros frutos con la toma de dos ciudades estratégicas. Las localidades de Gwer y Majmur, en los límites de la región autónoma del Kurdistán iraquí, fueron hostigadas durante dos días por los cazabombarderos estadounidenses, lo que permitió a la infantería kurda avanzar hoy sobre ellas sin encontrar excesiva resistencia.

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La ubicación de ambas localidades es capital para alejar el fantasma del grupo yihadista Estado Islámico del hasta ahora próspero y estable Kurdistán iraquí, un firme aliado occidental en el avispero iraquí. Majmur está enclavada en la confluencia de las provincias de Kirkuk, Erbil y Nínive, por lo que su captura encierra un alto valor estratégico, pese a que el Estado Islámico permanece fuerte en sus bastiones, especialmente la cercana ciudad de Mosul, la segunda mayor de Irak, que capturó hace justo dos meses.

Dirigentes militares kurdos aseguraron que en todos los frentes de la provincia de Nínive los yihadistas se están replegando, mientras que en Kirkuk y en el norte de la provincia de Diyala sus números están descendiendo. Pese a todo, en el frente de Yalaula, en Diyala, los peshmergas se hallan inmersos en combates en los que habrían muerto unos 25 milicianos del Estado Islámico.

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