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Israel toma represalias por la resolución de la ONU contra los asentamientos judíos

EEUU se abstuvo para poder sacar a adelante un texto que exige el cese "inmediato" y "completo" de las colonias en territorio palestino ocupado.

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El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ofrece un discurso junto al asentamiento judío de Jabal Abu Ghneim, en Cisjordania. - REUTERS

JERUSALÉN.- El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, tomó este sábado las primeras represalias por la resolución contra los asentamientos judíos aprobada el viernes por el Consejo de Seguridad de la ONU. Israel llamó a consulta a sus embajadores en Nueva Zelanda y Senegal y suspendió una visita del ministro de Exteriores de este último país, en respuesta a que ambos patrocinaron la resolución, aprobada gracias a una crucial abstención estadounidense que no se registraba desde 1981 en el contexto del conflicto árabe-israelí.

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La resolución, que causó indignación en Netanyahu, más que nada porque EE.UU. abandonó su tradicional política de veto, fue aprobada con 14 votos a favor, ninguno en contra y una abstención. Su texto exige el cese "inmediato" y "completo" de los asentamientos judíos en territorio ocupado e insiste en que la solución al conflicto de Oriente Medio pasa por la creación de un Estado palestino que conviva junto a Israel. Las fuentes consultadas indicaron que por el momento no hay prevista para este sábado, en Israel jornada de descanso del shabat, ninguna reunión de urgencia del Consejo de Ministros, que suele celebrar sus reuniones semanales los domingos por la mañana.

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Vista general del asentamiento de Ramat Shlomo, Palestina. - EFE

En el lado palestino, la satisfacción es generalizada después de intensos años de trabajo diplomático, que han dado frutos cuando Obama está a punto de abandonar la Casa Blanca, donde le sustituirá el 20 de enero Donald Trump, que en principio parece mucho más afín a la ideología de Netanyahu. Aún así, el presidente palestino, Mahmud Abás, y el secretario general de la OLP, Saeb Erekat, la consideran una buena "bofetada" a Israel y una reivindicación de que la solución de dos estados no está muerta.

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