BRUSELAS.- Las listas separadas preparadas por Grecia y sus acreedores (Bruselas, el FMI y el BCE)  sobre las reformas necesarias para desbloquear nueva financiación para Atenas difieren principalmente en materia de pensiones, impuestos y privatizaciones de cara a una reunión crucial de ministros de Finanzas de la zona euro el sábado. Grecia y sus acreedores tienen que llegar a un acuerdo el sábado sobre la lista de reforma o Atenas incumplirá un pago al FMI el próximo martes.

La propuesta griega ofrece un incremento de los ingresos del 0,93% del PIB anual con la reforma del IVA, mientras que los acreedores quieren que el incremento sea del 1%.

La oferta griega es menor porque Atenas no quiere imponer el tipo más elevado, del 23%, en el IVA sobre hoteles o restaurantes, el elemento clave de la principal industria del país, el turismo. Los acreedores creen hoteles y restaurantes debería ser gravados con la tasa más alta. Además Grecia quiere mantener un descuento del 30% en el IVA de sus islas, mientras que los acreedores quieren que el impuesto sea uniforme en todo el país.

Para impulsar los ingresos del gobierno y cumplir con los objetivos fiscales de 2015, Grecia ofrece introducir un impuesto de sociedades extraordinario sobre el 12% de los beneficios superiores a 500.000 euros para cumplir el objetivo fiscal. También ofrece mejorar la recaudación con un impuesto del 30% sobre los juegos electrónicos y con la subasta de licencias de telefonía móvil 4G y 5G.

La troika reclama elevar un 50% la cuota de la aportación de los pensionistas al sistema de salud

Sobre el tema políticamente sensible de la reforma de pensiones, Grecia dijo que en una propuesta presentada el jueves a sus acreedores que estaba dispuesta a "reemplazar", pero no a eliminar gradualmente, la pensión solidaria complementaria a finales de 2018. Los acreedores quieren este complemento solidario quede gradualmente eliminado para 2019.

Las propuestas también difieren en el volumen de las contribuciones que los pensionistas tienen que hacer al sistema de salud. Grecia quiere aumentar la cuota del 4% al 5%, mientras que los acreedores creen que debería llegar al 6%.

Grecia considera que el sistema de pensiones podría estar más equilibrado restableciendo las cotizaciones de las empresas a niveles de 2014 y aumentando las contribuciones a pensiones complementarias de un 3% a un 3,5%.

Otras diferencias tienen que ver con el gasto militar, que los acreedores quieren que Grecia reduzca en 400 millones de euros en los presupuestos del año que viene, mientras que Atenas está de acuerdo en recortarlo sólo en 200 millones. Los acreedores también piden que Grecia s comprometa de manera irrevocable con la venta del grupo de transporte de electricidad ADMIE, a lo que Grecia se opone.

Los ministros del Eurogrupo se verán a las cinco de la tarde del  sábado y se preguntará a Grecia si acepta las exigencias de Bruselas, el FMI y el BCE.

A cambio, Grecia podría contar con 15.500 millones de euros de la UE y el FMI en cuatro desembolsos para llegar hasta finales de noviembre, incluyendo 1.800 millones de euros para el martes, en cuanto el parlamento en Atenas apruebe las medidas exigidas por la troika. El total es ligeramente superior a lo que Grecia necesita para atender su deuda en los próximos seis meses, pero no contiene nuevos fondos.

Si el Gobierno heleno se niega, los ministros pasarán a discutir un plan B, de preparativos para limitar el daño de un default griego a los bancos griegos y otros países y mercados de la zona euro, dijo una fuente comunitaria.