Este artículo se publicó hace 11 años.
Los jóvenes chinos podrían ir a la cárcel por no visitar a sus padres
Este lunes entró en vigor la "Ley de derechos de los ancianos", que pretende acabar con el creciente problema de la soledad en la vejez china. En 2010, vivían en el país asiático 178 millones de personas mayores de
Los jóvenes chinos que no visiten a sus padres podrían verse obligados a pagar una multa o incluso ser condenados a prisión, según una nueva ley aprobada por el Gobierno del país que entró en vigor este lunes. La "Ley de derechos de los ancianos" pretende acabar con el creciente problema de la soledad en la vejez china, ordenando a los jóvenes adultos cinos que visiten a sus padres. Esta norma sostiene que los adultos deberían tener en consideración las "necesidades espirituales" de sus padres y "no abandonar o despreciar nunca a la gente mayor".
Sin embargo, según informa la BBC, esta normativa ha sido ridiculizada por decenas de miles de internautas del país. Muchos ciudadanos se preguntan cómo se vigilará el cumplimiento de la ley, ya que no es posible establecer un calendario detallado que dicte la frecuencia con la que un joven debería visitar a sus padres. La ley simplemente estipula que "aquellos que vivan lejos de sus padres deberían visitar a sus progenitores con frecuencia". Aunque según defiende el Gobierno chino, esto no significa que la norma sea ineficaz.
"Sirve como un mensaje educativo para el público y como punto de partida para demandas", ha asegurado un abogado del país, Zhang Yan Feng. "Es dificil poner esta ley en práctica, pero no imposible", sostiene. "Si un caso es llevado a los tribunales según estas bases, seguramente finalizará con un acuerdo pacífico. Si no se alcanza, técnicamente hablando, los tribunales podrían obligar al joven a visitar su casa cierto número de veces al mes", ha explicado Zang.
Críticas en internetSin embargo esta normativa ha provocado un aluvión de comentarios en Weibo, la red social más popular de China que funciona de un modo similar a Twitter. "¿Quién no quiere visitar su casa frecuentemente? ¿Qué se considera 'frecuentemente'? ¿Quién supervisará el proceso?", sostenía un usuario. "Todos sabemos valorar a nuestros padres, pero a veces estamos demasiado ocupados intentando ganarnos la vida y es demasiada presión", afirmaba otro tras conocerse los detalles de la ley.
La ley pretende hacer frente al creciente problema de los ancianos en China, que tienen un gran peso en la población. Según las cifras estatales, en 2010 más de 178 millones de personas tenían más de 60 años, y en 2030 se prevé que este número se duplique. Además, los medios de comunicación del país cuentan diariamente historias de ancianos abandonados.
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