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Así son los jóvenes colombianos del 'NO' al acuerdo con las FARC

"Hacerlos desaparecer a todos"

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Autobús que recorre Medellín en apoyo del 'No' al plebiscito del 2 de octubre. / A. MARRA

MEDELLÍN.— Medellín es conocida por ser la ciudad de la eterna primavera. Por ser la cuna de Pablo Escobar, y también la tierra del ex presidente Álvaro Uribe. La capital del departamento de Antioquia también es uno de los bastiones del NO al plebiscito que se vota este domingo para refrendar los Acuerdos de Paz que firmaron las FARC y el Gobierno el pasado lunes.

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Las once de la mañana de un miércoles en la avenida Oriental con la Playa (otra calle), pleno centro de Medellín. La estudiante Isabel Mejía espera la llegada de sus compañeros. Minutos después una docena de jóvenes baja de un autobús tuneado con la bandera de Colombia en el que se puede leer: "Ante una mala propuesta digo NO; a premiar secuestradores, digo NO; a las FARC de Santos digo NO".

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"No va a haber paz con esos criminales sueltos. La violencia de otras guerrillas va a continuar y las víctimas van a a ver como sus verdugos se sientan en el Congreso", explica Luis David Cano, a punto de terminar la carrera de Políticas

La primera aclaración que hacen es advertir que ellos también quieren la paz y se dicen "indignados" por cómo el gobierno Santos se "ha apropiado" del concepto: "Es una falacia porque no va a haber paz con esos criminales sueltos. La violencia de otras guerrillas va a continuar y las víctimas van a a ver como sus verdugos se sientan en el Congreso", explica Luis David Cano, a punto de terminar la carrera de Políticas. Pero ellos no dudan en usar en cada uno de sus panfletos la polémica palabra: "La verdadera Paz empieza con el NO" o "Creo en la paz, NO en los acuerdos".

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"Hacerlos desaparecer a todos"

Bajan en el Plaza Simón Bolívar y cada uno toma un rumbo diferente. Cargados con panfletos y camisetas se acercan a los coches, a los taxis, a los vendedores de la calle y aprovechan un grupo de turistas para abrir su pancarta: "La gente de fuera se cree que estos acuerdos son buenos, por eso es importante explicarles que son injustos y que fomentan la impunidad", dice Hernández.

"Santos es el diablo y la paz de la que habla una gran mentira", afirma un barrendero de Medellín, donde los sondeos en su ciudad dan por ganador al NO

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Poco antes un barrendero que pasaba por allí era aún más duro: "Que se aprueben los acuerdos y los guerrilleros vayan a esas zonas a concentrarse, así los tenemos juntos para matar a todos esos hijoeputas". Un vendedor de chicles añadía: "Santos es el diablo y la paz de la que habla una gran mentira". Pero el frutero, Adelmar Galeno, que estaba al lado de ellos, asumía una posición más moderada y con la mano en el mentón reconocía sentirse en una "posición incómoda" sin saber qué hacer: "Si voto estoy ayudando a esos delincuentes, pero si voto NO estaría en contra de la paz, y eso tampoco es verdad. Tengo que pensarlo muy bien".

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