Este artículo se publicó hace 3 años.
La junta militar de Myanmar declara un alto el fuego unilateral a las guerrillas étnicas
Los últimos bombardeos sobre la zona controlada por la guerrilla Karen, cerca de Tailandia, dejan al menos 14 muertos. El ato al fuego no incluye a los manifestantes que protestan en las ciudades contra el golpe de Estado. Mientras, el Gobierno civil no reconoce la Constitución y llama a la intervención militar extranjera.
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La junta militar de Myanmar ha anunciado un alto el fuego unilateral de un mes con los grupos étnicos armados, una declaración que llega después de que al menos 20 soldados murieran en un enfrentamiento con el Ejército Independiente Kachin, una de las guerrillas étnicas más potentes del país.
Según informó este jueves en Twitter Ko Bo Yi, secretario adjunto de la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos (AAPP), el alto el fuego declarado en la tarde del miércoles solo afecta a los grupos armados, pero no a los manifestantes que protestan desde hace dos meses en las calles de todo el país.
"Todavía están matando y torturando a la población desarmada", denunció Bo Yi en referencia a la junta militar, que en su alto el fuego exceptúa las acciones que afecten a la seguridad del gobierno y a sus operaciones administrativas.
El alto el fuego se produjo el mismo día en que al menos veinte soldados del Ejército birmano murieron en un enfrentamiento con el Ejército de la Independencia Kachin (KIA), uno de los grupos étnicos armados más potentes del país, cuando se cumplen dos meses del golpe de Estado perpetrado por la junta militar.
Al menos 20 muertos por bombardeos del ejército.
El otro foco de conflicto étnico de los últimos días son los territorios controlados por la guerrilla Karen, donde desde el pasado sábado el Ejército ha perpetrado varios ataques aéreos que han causado la muerte de al menos tres civiles y provocado la huida a la vecina Tailandia de unas 2.500 personas.
Los bombardeos del Ejército birmano contra la población civil en este territorio cerca de la frontera con Tailandia, han causado al menos 14 muertos y 20.000 desplazados, informó este jueves una oenegé en el terreno.
Según la organización Free Burma Rangers, los bombardeos ordenados por la junta militar que perpetró un golpe de Estado hace dos meses han afectado a colegios, clínicas y una mina de oro desde que comenzaron el pasado sábado hasta este jueves.
De las 14 víctimas mortales registradas (la organización cree que el número oficial puede aumentar) seis perecieron este miércoles a consecuencia de un bombardeo en el pueblo de Hsaw Thi, donde también hubo diez heridos, mientras que la víspera fallecieron tres personas y otras diez fueron heridas por un bombardeo sobre una mina de oro.
Free Burma Rangers indicó que a pesar de que el Ejército declaró anoche un alto el fuego unilateral de un mes con los grupos étnicos armados, miles de personas siguen ocultas "y sienten que se trata solo de una táctica dilatoria".
El Gobierno civil rechaza la Constitución y pide intervención extranjera
Por su parte, el llamado gobierno civil de Myanmar, formado por cargos electos depuestos por la junta militar, anunció que considera abolida la Constitución de 2008 que inició la transición democrática tutelada por los militares, cuando se cumplen dos meses del golpe de Estado de la junta militar.
El Comité de Representantes de la Asamblea de la Unión (CRPH), autoproclamado como gobierno legítimo, realizó el anuncio en la noche del miércoles en un comunicado en las redes sociales en el que, además de considerar nula la constitución de 2008 después del golpe de Estado del 1 de febrero, propuso una "carta democrática federal" que funcione de forma interina.
Poco después el representante especial del "Gobierno civil" birmano Htin Linn Aung ha pedido una intervención militar extranjera en Myanmar para frenar la violencia de la junta militar, que ha causado la muerte de más de 530 civiles, incluidos niños, desde el golpe de Estado del pasado 1 de febrero.
En una entrevista con Efe Htin Linn Aung dijo que la intervención militar extranjera es la única manera de parar los asesinatos de civiles, al tiempo que abogó por la creación de un Ejército federal con las minorías étnicas y evitó considerar como ciudadanos a los perseguidos rohinyás.
"Necesitamos algún tipo de protección para los ciudadanos de Myanmar inmediatamente y es importante actuar rápido, porque nos están matando en las calles. Yo diría francamente que es necesaria una intervención militar", dijo Htin Linn Aung en una videollamada desde Estados Unidos, donde reside desde 2008.
En ese año, la junta militar entonces en el poder aprobó una Constitución que le reservaba amplios poderes (el 25 por ciento de los asientos del Legislativo y el control de los ministerios de Interior, Defensa y Fronteras, entre otros) y que abrió la puerta hacia una "democracia disciplinada", como la bautizaron los militares.
El CRPH sostiene que todos los grupos étnicos de Myanmar necesitan una nación federal que garantice la justicia y la igualdad de derechos, un movimiento que busca satisfacer las reclamaciones de las minorías étnicas del país, algunas de ellas asentadas en regiones controladas por guerrillas levantadas contra el Estado.
Este grupo de parlamentarios había pedido hace dos semanas a los grupos étnicos armados del país "unir fuerzas" contra la junta militar, una petición respondida este martes por tres de ellos, que amenazaron con anular su acuerdo de alto el fuego si continúa la matanza indiscriminada de manifestantes, con 536 muertos hasta hoy, según la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos (AAPP).
El riesgo de una guerra civil total llevó este miércoles a la enviada especial de la ONU a Myanmar, Christine Schraner Burgener,a advertir de "un baño de sangre inminente" del Ejército golpista y a pedir al Consejo de Seguridad que considere "acciones significativas que puedan revertir el curso de los acontecimientos" en este país asiático.
"Cuando miremos atrás dentro de diez años, ¿Cómo juzgará la historia esta inacción?. Espero que ustedes puedan actuar mientras aún hay tiempo para evitar el peor de los resultados", dijo Schraner en un discurso obtenido por Efe pronunciado ante los miembros del máximo órgano de la ONU en una reunión a puerta cerrada.
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