Este artículo se publicó hace 17 años.
Londres se inclina ante el rey saudí
Los laboristas reciben con todos los honores al rey Abdalá a pesar del historial de su país
La protesta y la polémica acompañan la visita oficial a Londres del rey Abdalá, la primera en veinte años de un mandatario de Arabia Saudí. Un centenar de manifestantes abuchearon ayer con gritos de "vergonzoso" el paso de la comitiva por el centro de la capital británica, que presidió la reina Isabel.
El primer ministro, Gordon Brown, y miembros de su Gobierno laborista asistieron a la ceremonia, celebrada al más alto nivel de protocolo, con anterioridad al encuentro que tendrán hoy en Downing Street.
Es una visita de Estado de tres días envuelta en la controversia. El propio rey Abdalá enturbió el ambiente al denunciar en una entrevista con la BBC, en vísperas de pisar suelo británico, que Londres desestimó información de los servicios de seguridad saudíes que probablemente hubiera evitado los atentados islamistas en el transporte público de Londres, en julio de 2005. No es la primera vez que las autoridades británicas se ven en la necesidad de refutar la acusación saudí.
Los portavoces del Gobierno desacreditaron ayer la extraordinaria ofensiva del monarca musulmán y la definieron como una estrategia de autodefensa contra las implacables críticas en la prensa británica y entre organizaciones no gubernamentales contra un régimen autocrático que no respeta los derechos humanos ni las libertades civiles.
Una oportuna adopción
De hecho, la tercera fuerza política del Reino Unido, el Partido Liberal Demócrata, ha decidido boicotear todos los actos oficiales de la visita. Más controvertida ha resultado la ausencia del ministro de Exteriores, David Milliband, de una conferencia que, bajo el título Los dos reinos, se celebró anteayer en Lancaster House. Milliband tenía una excusa personal -la adopción de su segundo hijo en Estados Unidos- que sentó como una humillante ofensa entre la delegación saudí. En respuesta, el ministro de Exteriores, el príncipe Saud al-Faisal, también ignoró ese encuentro en el que, según el Foreign Office, se pretendía hacer hincapié en "los valores compartidos" entre ambos países.
Londres estrecha los lazos con Riad en tanto que es la "más importante relación con un país de Oriente Próximo". En juego están la cooperación en materia de seguridad y, por supuesto, las relaciones comerciales. Se calcula que 20.000 británicos trabajan en Arabia Saudí. Según datos oficiales, las exportaciones del Reino Unido al país árabe se situaron en torno a los 6.000 millones de euros en 2006, con un incremento del 12% en la primera mitad de 2007 respecto al año anterior. Por ello, las cuestiones relacionadas con los derechos humanos están vetadas del primer encuentro directo entre Brown y Abdalá.
También queda al margen de la agenda el polémico caso de corrupción en torno a la venta de aviones de combate a la monarquía saudí por parte de la compañía británica BAE. El contrato se remonta a los ochenta, en tiempos de Thatcher, pero la investigación sobre fraude a base de pagos encubiertos a ministros saudíes salió a relucir el año pasado. Veto a la investigaciónEl caso se encaminaba a los tribunales hasta que el Blair les cerró el paso. El entonces primer ministró advirtió de que Riad amenazaba con cortar la cooperación en materia de seguridad si Londres no abandonaba la investigación.
El Gobierno británico claudicó y su aliado árabe correspondió el gesto. El mes pasado, ambos países anunciaron un nuevo acuerdo para la venta de 72 aparatos Typhoon Eurofighter en una transacción valorada por encima de los 6.600 millones de euros.Esta última operación se negociaba al tiempo que la Oficina del Fraude investigaba el colapsado caso contra BAE y sus negocios en Arabia Saudí. El principal presunto involucrado en el fraude, que según algunos informes se embolsó unos 1.000 millones de dólares en supuestos pagos secretos de BAE, es el príncipe Bandar. Como consejero de seguridad nacional, el príncipe está hoy en Londres entre los destacados miembros del séquito personal del rey Abdalá.
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