"Lula es demasiado amigo de nuestros enemigos"

Cada frase es un puñetazo ideológico. Sutil. Certero. Agresivo a veces. Pero siempre con un fondo de amabilidad y/o sátira. Cada frase incluye el mundo. Todas las revoluciones del mundo: "Vosotros cuidad de los museos en Europa, nosotros cambiaremos el mundo", "propugnamos un planeta de campesinos cultos". Y es que João Pedro Stedile, coordinador general del Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra (MST), conoce sus responsabilidades.

Habla en nombre del mayor movimiento social de América Latina. De 150.000 familias asentadas. Y de 370.000 familias precariamente acampadas a la espera de la tierra prometida. Stedile -53 años, economista- es la prueba de que los brasileños son los únicos capaces de dar un puñetazo en una mesa y que parezca amable.

Entre bromas habla de cataclismos macroeconómicos. Y de la estrategia de invasiones de latifundios, marca de la casa MST. Puñetazos ideológicos, decíamos. Y amables. O casi: "Estamos estresados. Ya sólo nos falta invadir el infierno".

Porque el gobierno Lula no es un gobierno popular. Sus aliados políticos latifundistas del congreso impiden atacar la gran propiedad. Lula ni ha aprobado el proyecto que expropia haciendas con trabajo esclavo...

Existen diputados, como Abelardo Lupion, directamente implicados con el trabajo esclavo...

Pero es más listo. Ha conseguido una política al servicio del 1% más rico y del 20% más pobre. Los grandes capitalistas, las 200 mayores empresas, controlan el 50% del PIB, y nunca han ganado tanto. Pero al mismo tiempo, Lula da limosna para el lumpen.

El problema del campo va a tener consecuencias trágicas en la ciudad. El modelo del capitalismo es construir un campo sin campesinos. Monocultivos. Mecanización. ¿Las consecuencias? Alimentos cada día más contaminados. Agro tóxicos. Clima alterado. Y un éxodo de pobres en las grandes ciudades. En América Latina, China, África, va a ser una tragedia humana.

No trabajamos en un modelo teórico. Pero en el MST lo principal es luchar contra el liberalismo, que se produzca un movimiento de reacción de las masas.

¿La lucha de las pequeñas cosas?

Sí, luchar contra todas las perversidades de todo este gran capital. Y en el proceso de la lucha, ir construyendo propuestas. Principios para cambiar la sociedad.

No podemos más, estamos estresados. Invadimos la multinacional de soja Cargill. En abril, invadimos 300 haciendas. Paramos carreteras. Desgastamos a la papelera Aracruz tras muchas invasiones. A la gigante Vale do Rio Doce. Ya sólo nos queda invadir el infierno. Este país es un barril de pólvora cubierto por una alfombra

José Martí, padre de América latina, decía que sólo el conocimiento libera a las personas. No queremos un mundo campesino atrasado, un mundo de agricultores que sólo producen alimentos. Queremos que el campesinado se incorpore a la universidad. De ahí los convenios. Una pena que la burguesía no nos deje entrar en estudios más privilegiados, medicina, veterinaria...
¿El saber sigue siendo un monopolio de ricos?

Sin duda. Brasil es uno de los países donde la población en edad universitaria tiene peor acceso. Sólo el 8%.

Internet ha contribuido muchísimo, en especial para los campesinos. En el siglo XX nacieron las centrales sindicales, los partidos comunistas. Pero la coordinación campesina sólo llegó en la era Internet.
Antes de la Red se fundó la Via Campesina, en 1992, impulsado por el MST, con movimientos campesinos de más de 100 países ...

Sí, pero ahora se ha dinamizado. Hablando de Vía Campesina, proponemos una agricultura hecha por personas, no por máquinas ni venenos. Para eso hay que producir alimentos saludables que absorban mucha mano de obra. Al mismo tiempo, el Estado tiene que garantizar la compra de los productos.

Porque en América Latina no se hace. Los agricultores son los únicos que pueden luchar contra los agro tóxicos. Sustituyendo cultivos, rotando, preservando la biodiversidad. Propugnamos es una agroindustria descentralizada.

Prefiero hablar de agro ecología. Son propuestas de técnicas diferentes de producción. Y eso es una revolución. De ahí la diferencia de los ecologistas de los 60, que era sólo idealismo.

Una lucha común en un mismo periodo. El Forum Social tuvo un papel muy importante. Pero todavía tiene un peso muy de ONGs. No tiene presencia masiva de movimientos sociales. También ayudó a convocar grandes manifestaciones contra la guerra.

No. Por eso queremos provocar lucha, enfrentar capital, causar daños. Que la producción pare.

No. Las izquierdas ya han hecho la crítica. Saben que el neoliberalismo sólo aumentó los problemas. El modelo no tiene futuro. Falta de trabajo, de vivienda, desigualdad.

La vox populi europea dice que el comunismo fracasó en Cuba..

Si no hubiese habido comunismo. Cuba estaría como Haití. Haití es la Cuba capitalista. Y mira cómo está.

El etanol es más saludable para el planeta tierra, como combustible, que los de origen fósil. Pero si proviene de un monocultivo de caña de azúcar causa los mismos problemas ambientales que el petróleo. Destruye todo. Nuestro modelo sería el de un agricultor con minifundio. Y además, ¿para qué exportar etanol? Lo queremos para
tener autonomía energética.