Este artículo se publicó hace 16 años.
Macedonia revive los fantasmas del pasado
La minoría albanesa protagoniza graves disturbios en la jornada electoral
La violencia étnica que ha marcado la historia de los Balcanes ha vuelto a aparecer en la república de Macedonia, donde hoy se celebraron elecciones parlamentarias. En las zonas de mayoría albanesa se produjeron varios incidentes violentos entre partidarios de organizaciones de esta etnia y la Policía que se saldaron con un muerto y nueve heridos.
Una cuarta parte de los dos millones de habitantes son albaneses que viven en las zonas que limitan con Kosovo y Albania. La autoproclamación de independencia de Kosovo en febrero fue uno de los desencadenantes para la convocatoria de las elecciones anticipadas, porque uno de los partidos albaneses abandonó el Gobierno en protesta por la negativa de sus socios a reconocer el nuevo estado.
La separación unilateral de los albanokosovares de Serbia preocupa en Macedonia por el posible impacto que pueda tener sobre el medio millón de habitantes de la misma etnia.
Los disturbios de hoy son los peores incidentes desde la rebelión de la minoría albanesa en 2001. Entonces, la intervención de la comunidad internacional logró apagar el fuego al garantizar a los albaneses en Macedonia una serie de derechos autónomos.
Los tiroteos, que obligaron a cerrar 15 colegios electorales, se registraron en las zonas de Aracinovo y Cair, en los alrededores de la capital Skopje, pobladas por albaneses. La víctima mortal y dos de los heridos se produjeron en la pequeña aldea de Gusino, cuando la Policía replicó a un ataque armado contra una patrulla perpetrado en las proximidades de un colegio electoral, aparentemente por unos afiliados a la opositora Unión Democrática para la Integración (DUI), principal partido albano-macedonio.
La localidad de Aracinovo fue uno de los focos del conflicto del 2001 entre una guerrilla separatista albano-macedonia y las fuerzas de seguridad estatales. La Policía apeló a los líderes políticos a “calmar la situación” y advirtió de que “actuará sin compromisos contra todos los que impiden el proceso normal de la votación”.
Las elecciones de hoy son una prueba importante para que Macedonia muestre su madurez para convencer a la Unión Europea a iniciar el proceso de adhesión. Para ello, el nuevo Gobierno tendrá que afrontar también el asunto del nombre del país que despierta recelos en la vecina Grecia, ya que coincide con el nombre de una provincia en el norte helénico.
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