Este artículo se publicó hace 13 años.
Máxima tensión en Argelia ante las protestas de mañana
Oposición y sociedad civil se preparan para salir a las calles de todo el país para pedir un cambio en el régimen
La tensión ha aumentado en Argelia ante la manifestación no autorizada en demanda de un cambio de régimen. La protesta ha sido convocada para mañana por partidos opositores y organizaciones de la sociedad civil en la capital, donde se han desplegado ya miles de policías y centenares de vehículos antidisturbios.
Además, varias personas han resultado heridas y al menos 10 están detenidas en una concentración ante la sede en Argel del opositor Reagrupación por la Cultura y la Democracia (RCD) para celebrar la caída del presidente egipcio, según fuentes de la formación.
Tras una semana en la que se han recrudecido en el país las protestas, los intentos desesperados de inmolación y las huelgas en varios sectores, la denominada Coordinadora Nacional para la Democracia y el Cambio (CNDC) mantiene la convocatoria de la manifestación en Argel pese a la prohibición oficial del Gobierno de la ciudad.
Argel se despertó hoy tomada ya por cerca de 30.000 policías, con decenas de furgones y vehículos antidisturbios estacionados en todos los lugares estratégicos del centro de la capital y en los principales puntos del previsto recorrido de la manifestación. Camiones equipados con lanzadoras de agua a presión, tanquetas y agentes con metralletas en la mano se apostaban en torno a los edificios oficiales o sedes gubernativas del centro de Argel.
Algunos medios argelinos aseguran que a las fuerzas policiales se les ha prohibido utilizar fuego real durante la protesta, aunque han recibido instrucciones precisas para evitar cualquier disturbio. Se han reforzado también los efectivos de la Gendarmería Nacional encargados de controlar las principales vías de acceso a la capital.
Gran expectaciónAunque el pasado 22 de enero se organizó otra manifestación en Argel por parte del partido opositor de la Reagrupación Constitucional Democrática (RCD), cuyo desarrollo fue impedido por la Policía, la manifestación de mañana, a la que se han sumado varias organizaciones de la sociedad civil ha levantado mucha mayor expectación en el país.
Su prohibición ha sido motivo de una fuerte polémica, incluso entre representantes de los partidos que conforman el Gobierno argelino, y muchos esperan que la de mañana se convierta en la primera gran manifestación en demanda de reformas democráticas en el país desde hace casi 10 años.
El Gobierno ha anunciado estos días que en el resto del país si se permitirán las manifestaciones, aunque la CNDC ha convocado también protestas para mañana en otras ciudades como Orán, Anaba, Bejaia o Constantina, muchas de las cuales han sido igualmente prohibidas.
A diferencia de la del 22 de enero, las manifestaciones de mañana se producen además tras la revuelta iniciada en Egipto y la caída del presidente, Hosni Mubarak, que los argelinos siguieron hoy al minuto pegados a las televisiones por satélite.
Desde que la revuelta tunecina consiguió echar del poder al presidente Ben Alí el pasado 14 de enero, son ya más de 25 los argelinos que han intentado quemarse a lo bonzo en todo el país en desesperada protesta por su precaria situación económica y social.
En ningún otro país del mundo árabe se han registrado tantos casos de este tipo como en Argelia, cuya lista de suicidas incluye a dos mujeres y a un adolescente, y suma ya al menos cuatro muertos y varios heridos graves con quemaduras de tercer grado.
Esta semana cientos de desempleados en la región de la Cabilia y en Anaba, en el extremo oriental del país, cortaron carreteras y se enfrentaron con las fueras policiales en demanda de puestos de trabajo.
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