Este artículo se publicó hace 16 años.
McCain se convierte en favorito tras Florida
El septuagenario senador de Arizona se impone a Romney.
Isabel Piquer
En agosto escribían su necrológica electoral. Hoy, John McCain está más cerca que nunca de conseguir lo que no pudo lograr hace ocho años: la candidatura republicana a las elecciones presidenciales.
Su victoria en Florida el martes, ante Mitt Romney, le ha dado el espaldarazo definitivo para el supermartes, cuando se celebran primarias en 21 estados, dentro de cuatro días.
Florida ha sido ante todo un triunfo dentro de su propio partido. “Me han recordado tantas veces que estas son unas primarias exclusivamente republicanas”, dijo McCain al empezar su discurso ante un centenar de fieles estáticos, en un hotel de Miami.
Hasta ahora el senador por Arizona había construido sus dos primeras victorias, en New Hampshire y Carolina del Sur, con el voto de los independientes.
En Florida sólo votaron los suyos que no siempre le han perdonado sus posiciones moderadas. El respaldo del Sunshine State le otorga así la credibilidad conservadora que le puede llevar a la nominación.
“Estoy orgulloso de ser un republicano conservador”, dijo McCain que nuevamente se arropó en el legado de Ronald Reagan.
Sonaba la música de Rocky cuando el candidato llegó al escenario, como el boxeador en el que nadie creía y acaba ganando el campeonato y la novia.
“No es una victoria por amplio margen, pero es una victoria muy dulce”, dijo McCain que se llevó 36% de los votos frente a 31% para Romney, 15% para Giuliani y 13% para Huckabee, lo que le otorga todos los 57 delegados.
El veterano senador se llevó el 51% del voto hispano, gracias en gran medida al apoyo de último minuto del senador Mel Martínez y del gobernador del estado, Charlie Crist.
Y más inquietante para Romney, que basó su campaña en sus méritos empresariales, McCain ganó por amplio margen entre los votantes principalmente preocupados por la recesión.
Lluvia de capital fresco
“Yo iba a votar por Giuliani”, cuenta Jim Berlin, un consultor informático de Miami, “pero no llegó a convencerme. Sólo hablaba del 11-S y no decía nada sobre el futuro. Era todo muy negativo. Cuando vi a McCain en el debate republicano en Boca Ratón, me pareció alguien en quien podía confiar”.
La retirada de Giuliani, que McCain, calificó de “gran líder”, será crucial en dos joyas de las primarias: Nueva York y California.
Fuentes de la campaña del senador, aseguraron a Público, que Fred Thompson, que abandonó la carrera republicana la semana pasada, también respaldará al senador de Arizona.
Giuliani, al comparecer ante sus fieles en Orlando, confirmado su tercer puesto, reconoció que nunca llegó a encajar del todo en la carrera. “El partido republicano es tan grande que incluso me tiene a mí”.
La victoria de McCain supone también dinero. La campaña estaba en las últimas. Su triunfo le asegura una lluvia de capital fresco para financiar una amplia campaña televisiva y luchar contra Romney que goza de los fondos ilimitados de su fortuna personal.
“Todos sois mi familia, pero no contéis con la herencia. Después de esto no quedará mucho”, dijo el ex gobernador de Massachusetts, con el sentido de humor que le quedaba.
Romney, no se da aún por vencido. Espera recaudar apoyo entre los votantes religiosos del Sur. Ahí se enfrentará al ex pastor evangelista Mike Huckabee, que tampoco piensa abandonar de momento aunque no haya ganado ninguna primaria desde Iowa.
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