Este artículo se publicó hace 16 años.
McCain pierde una oportunidad para recuperar terreno
Todo debate es interesante pero... ¿Para qué sirve un debate? En democracia, los debates son imprescindibles para que el electorado, (al menos el no forofo de uno u otro partido) pueda conocerlos mejor. Saber lo que piensan en muchos temas y, saber como se comportaría cada candidato en el caso de una hipotética crisis.
¿Sirven para algo? ¿Influyen en la decisión de voto?. En mi opinión, los debates no afectan, en general, a mas de un cinco por ciento de los electores y, en este caso, tengo la sensación que ese porcentaje será menor.
Ante una ventaja en la intención de voto por parte de Obama y, tras este debate, que claramente lo ha ganado Obama, McCain ha perdido una buena oportunidad de recuperar terreno. Ya no le quedan muchas oportunidades, pero todo puede ocurrir.
¿Cómo se ha desarrollado el debate? En general, ha sido aburrido. Nada nuevo. Ha roto las expectativas que se tenían, tanto en el formato (demasiado rígido) como en la posibilidad de interacción entre los candidatos (las reglas no se lo permitían y, el moderador, ha sido estricto).Ha permitido ver al Obama desenvuelto, telegénico y próximo que conocíamos y ha mostrado a un McCain mayor, encorsetado, con poca gracia en sus movimientos (sin duda por las secuelas de su difícil estancia en los campos de concentración de Vietnam).
En cuanto a los temas que preocupan a cada candidato, tampoco ha habido novedad, aunque sí se han marcado las diferencias. Obama está preocupado por los puestos de trabajo y, McCain, por las hipotecas.Obama por las energías renovables. McCain, por la independencia energética. Obama por unir a su oponente a Bush. McCain por separarse del denostado Presidente. Obama, suave en las formas, aunque criticando al contrario. McCain, mas directo y duro en sus ataques.
Se han aproximado en algo: ambos han sonreído y, ambos han puesto una gota de demagogia en sus afirmaciones.
¿Quién será Presidente? Hoy, no hay duda de que lo será Obama pero, quedan unas tres semanas y eso es mucho tiempo, sobre todo en una situación de crisis y en un entorno tan cambiante.
McCain debe confiar en que ocurra "algo". Obama debe rezar para que el tiempo pase rápidamente.
* José Luis Sanchis es consultor político. Fundación Ortega y Gasset
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