Este artículo se publicó hace 16 años.
McCain ya canta victoria
Romney se retira de las primarias republicanas y deja el camino libre al senador de Arizona
Mitt Romney decidió ayer inmolarse por el bien del partido republicano. El millonario y ex gobernador de Massachusetts, que tras su derrota en el supermartes anunció que seguiría en la carrera hasta la convención, renunció finalmente a competir contra el senador John McCain. Éste se convierte casi en el candidato republicano a las presidenciales de noviembre.
Romney anunció su retirada en familia, entre los suyos, en la CPAC (Conservative Political Action Conference), una convención que se celebra anualmente en Washington. Y se arropó en el patriotismo para justificar su decisión. "Hoy somos una nación en guerra. Hillary Clinton y Barack Obama han dicho que quieren retirarse de Irak. Esto supondrá más ataques contra América. No estoy de acuerdo con el senador McCain en muchas cosas, pero pienso como él que debemos ganar en Irak sea como sea", dijo Romney.
"Si sigo con mi campaña hasta la convención, retrasaré el lanzamiento de una campaña nacional, lo que dará a los senadores Clinton y Obama más posibilidades de ganar. No puedo dejar que mi campaña contribuya a la rendición ante el terror".
El ex gobernador de Massachusetts tomó su decisión tras los decepcionantes resultados del supermartes: 286 delegados frente a los 714 de McCain, un resultado que parecía imposible de remontar. Al iniciar su discurso, recordó que había conseguido cuatro millones de votos frente los 4,7 de McCain, un resultado que podía haberle mantenido en la carrera de no ser por el sistema republicano del winner-take-all que entrega todos los delegados de un Estado al ganador por mayoría.
"Ésta no ha sido una decisión fácil para mí. Odio perder. Mi familia, mis amigos, mis simpatizantes, han entregado mucho para darme una oportunidad de ser presidente. Si esto sólo me concerniera a mí, seguiría, pero empecé esta carrera porque amo América y por eso pienso que debo retirarme", añadió el contendiente ante una asistencia que no esperaba semejante anuncio.
Romney no iba muy bien de dinero. Según las cifras de The New York Times, ha sido el que más ha gastado, 87 millones de dólares, dos más que Obama, con una rentabilidad bastante más escasa para su inversión, sobre todo teniendo en cuenta que 35 de esos millones procedieron de su fortuna personal. Ya le quedaban sólo tres.
La carrera hacia la presidencia nunca transcurrió como había previsto. El ex gobernador de Massachusetts construyó su campaña en Iowa y New Hampshire pensando usarlos de trampolín contra el candidato que lideraba los sondeos: Rudolph Giuliani. Pero Mike Huckabee ganó en Iowa, McCain se llevó New Hampshire y Giuliani se retiró la semana pasada.
No fue por falta de esfuerzos. Mormón, de 59 años, hijo de gobernador, administrador de los Juegos Olímpicos de 2002, recorrió gran parte del país con su mujer Ann, sus cinco hijos y sus respectivas esposas, en busca del voto, respaldado por un poderoso aparato que no dudaba en gastar. Pero sus ataques negativos contra sus rivales, sus constantes cambios de posición, y las particularidades de su fe empezaron a repercutir en su imagen.
La retirada de Romney casi garantiza a McCain la candidatura del partido republicano para las elecciones de noviembre, aunque Huckabee y Ron Paul continúan en la brecha. Esto no quiere decir que la batalla por la herencia republicana haya terminado. Romney se presentó ayer como el portaestandarte de los conservadores y prometió "seguir luchando" por sus valores. McCain, que debía comparecer en la misma conferencia, sigue siendo muy impopular en los sectores más radicales de su partido.
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