Este artículo se publicó hace 13 años.
Contra los mercenarios
Iniciativa conjunta. Los periódicos ‘L’Unità’ (Italia), ‘Libération’ (Francia), ‘Taz’ (Alemania), ‘The Nation’ (Estados Unidos) y PÚBLICO difunden hoy un manifiesto dir
Al Gobierno, a la Unión Europea, al Secretario General de las Naciones Unidas
Nosotros los ciudadanos asistimos con terror e indignación a la incesante masacre de civiles inocentes por parte de las milicias mercenarias al servicio de la dictadura de Gadafi. Pero las ejecuciones en masa, las detenciones arbitrarias, las torturas y las mutilaciones contra todo tipo de persona que se atreve a oponerse al régimen que domina ilegalmente Libia no pueden quedar impunes.
Las fuerzas mercenarias que operan en Libia tienen que ser detenidas, y debe impedirse la reiteración de tales crímenes. Les pedimos que hagan todo lo posible para que cualquier violación de la Convención de las Naciones Unidas contra los mercenarios y su actividad sea comprobada y castigada. Dicha Convención entró en vigor en el año 2001, pero presenta muchos puntos débiles y no fue adoptada por los países de los que proceden las principales compañías de mercenarios. Las atrocidades perpetradas en Libia, además, reclaman la adopción de un instrumento legal más radical y eficaz contra la plagade estas milicias.
"Las fuerzas mercenarias que actúan en Libia han de ser detenidas"
Las actividades mercenarias son una amenaza para la paz y seguridad de todos nosotros, y se tienen que considerar como si fuese genocidio, piratería o asesinatos en masa, es decir crímenes contra la humanidad. Esta actividad tiene que ser prohibida en todas sus manifestaciones, y en particular cuando se disfraza tras la máscara de las denominadas "empresas privadas militares y de seguridad" que actúan en Libia, África, Afganistán, Irak y en otras zonas de conflicto, donde se están destacando por su crueldad, la falta de controles y las graves violaciones de los códigos penales civiles y militares.
Por lo tanto, les pedimos con urgencia que se comprometan para elaborar una nueva convención internacional que:
1. Prohíba y castigue con la máxima severidad a todo tipo de persona que reclute, organice, use, entrene y financie a mercenarios en cualquier parte del planeta.
"Esta actividad a menudo se disfraza tras la máscara de empresas privadas" 2. Prohíba estrictamente a los estados que deleguen o subcontraten a entidades o individuos privados sus funciones específicas en temas de seguridad y monopolio de la violencia física.
3. Obligue a los estados firmantes a que prohíban todo tipo de actividad militar en el extranjero hecha por empresas y ciudadanos propios, así como también el reclutamiento de estos últimos por parte de esta clase de compañías.
4. Prevea la realización de adecuados programas de asistencia para las víctimas de los mercenarios y del tráfico criminal relacionado con ellos.
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