Los conservadores que apoyan a la canciller alemana Angela Merkel han conseguido su mejor nivel de aprobación en las encuestas en casi siete años, pero no podrán dar continuidad a su coalición de centroderecha con el alicaído Partido Democrático Liberal (FDP), de acuerdo a un sondeo revelado este miércoles. La encuesta Forsa, difundida nueves meses antes de las elecciones legislativas, muestra que la Unión Demócrata Cristiana de Merkel y su afiliada de Bavaria, la Unión Social Cristiana (CSU), aumentaron tres puntos al 41%, su mejor registro de apoyo desde marzo de 2006.

Pero sus aliados del FDP cayeron un punto, hasta el 4% en la encuesta semanal para RTL TV y la revista Stern, lo que lo situaría por debajo del umbral del 5% necesario para los escaños en el Bundestag, el Parlamento alemán. Merkel busca un tercer mandato en la elección de septiembre.

En tanto, el opositor Partido Socialdemócrata (SPD) y su aliado, el partido de Los Verdes, descendieron un punto a un 40% en conjunto. El SPD se mantuvo en un 27%, mientras, mientras que Los Verdes cayeron un punto al 13%. El partido de La Izquierda se mantuvo en un 8%.

Ni la coalición de centroderecha de Merkel ni la centroizquierda obtendrían la mayoría si estos fuesen los resultados de la elección.

Analistas políticos creen que el resultado más probable para el próximo sufragio en septiembre sería una gran coalición de conservadores y el SPD, la alianza de derecha-izquierda que gobernó Alemania de 2005 a 2009. Una coalición conservadores-Verdes también es una posibilidad. En general, los votantes alemanes parecen conformes con la manera en que el Gobierno de centroderecha de Merkel ha liderado el país en medio de la crisis de la zona euro, el problema más urgente del país.

La economía se encuentra relativamente en buena forma gracias a una fuerte industria de la exportación. El Gobierno espera que la economía continúe expandiéndose en 2013. El desempleo se ha mantenido cerca del promedio de dos décadas del 6,9%. La economía alemana mostró solidez en los dos primeros años de la crisis de deuda soberana de la eurozona, con un crecimiento de un 4,2 por ciento en 2010 y un 3 por ciento el año pasado, antes de desacelerarse a 0,8 por ciento en 2012.