En dos meses Macri pone Argentina al servicio del capital internacional y echa a la calle a 27.000 funcionarios
Nuevos amigos en el extranjero
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BUENOS AIRES.- El presidente Mauricio Macri no ha sabido sorprender en sus primeros dos meses de Gobierno. Siendo un político que viene del sector empresarial, y con un gabinete conformado en su mayoría por ejecutivos de empresas multinacionales, las medidas que ha tomado son coherentes con ese perfil.
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El mandatario se ha empleado a fondo para deshacerse de la “grasa militante”, como denominó con desprecio su ministro de Hacienda Alfonso Prat Gay a los contratados en el Estado durante el anterior Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015). Más de 27.000 personas ha sido expulsadas de la administración pública. No hubo auditorias públicas, ni un proceso transparente para justificar la sangría de despidos. Un sindicato estatal ha plantado cara anunciando una huelga general para el 24 de febrero. Las manifestaciones están a la vuelta de la esquina.
El Gobierno no ha tomado, desde que asumió el poder en diciembre, ninguna medida relevante en materia social, educativa, sanitaria o laboral
Mientras tanto, el presidente pide “prudencia” en las negociaciones salariales que comienzan ahora entre empresas y trabajadores con el afán de que los aumentos en los salarios queden por debajo de la inflación, aunque eso haga perder poder adquisitivo a las familias. Su prioridad es garantizar la “competitividad” a las empresas.
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El actual Gobierno ha eliminado los subsidios en electricidad, tras declarar oportunamente, y por decreto, la emergencia energética.
Como por algún lado hay que ajustar, el actual Gobierno ha eliminado los subsidios en electricidad, tras declarar oportunamente, y por decreto, la emergencia energética. También ha devaluado el peso argentino un 30 % con respecto al dólar, dejando su cotización libre en el mercado. Además ha suprimido las retenciones en la exportación de cereales, y ha reducido los impuestos sobre la soja, el principal cultivo del país.
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Nuevos amigos en el extranjero
Como si fuera un mantra, el Gobierno alega y repite que Argentina debe “ser un país normal”, o su variante, “un país serio”. Macri decidió que la nación debía volver al recaudo del Fondo Monetario Internacional (FMI), y desde el Foro Económico Mundial de Davos, en Suiza, un cónclave al que no acudieron ni Kirchner ni Fernández, anunció que el organismo volvería a auditar las cuentas públicas del país.
Macri arremetió desde antes de ganar las elecciones contra el Gobierno venezolano de Nicolás Maduro
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Como si tuviera que demostrar su postura ideológica, Macri arremetió desde antes de ganar las elecciones contra el Gobierno venezolano de Nicolás Maduro. Aun a sabiendas de que no se cumplían las condiciones, quiso invocar la denominada cláusula democrática del Mercosur para expulsar a Venezuela del organismo, sólo aplicable en el caso de una interrupción en el orden democrático de un país. La victoria de la oposición en las elecciones parlamentarias de esa nación fue lo de menos. Él ya había dado a entender de qué lado estaba.
Situación económica
Si hay algo que ha aprovechado el mandatario ha sido la posibilidad de legislar, con el Congreso de vacaciones, a través de decretos simples o de necesidad y urgencia. Una cautelar judicial ha paralizado de momento su intento de desvirtuar la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual –o ley de medios–, aprobada por el Gobierno anterior tras años de debate en la sociedad civil para desconcentrar el poder mediático.
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Macri también decretó la emergencia nacional en seguridad pública, y estableció un protocolo de derribo de aviones
Macri también decretó la emergencia nacional en seguridad pública, y estableció un protocolo de derribo de aviones para aquellos que tuvieran “entidad suficiente para perturbar” sobre el territorio. Las organizaciones sociales pegaron un grito en el cielo.