En lo que va de mes de julio, dos ciudadanos españoles han sido víctimas de un asesinato y de un secuestro en México. El pasado 13 de julio, un empresario hostelero de origen gallego fue asesinado en México, en concreto en la ciudad de Culiacán, en el Estado de Sinaloa. Días antes, el 2 de julio , una mujer valenciana desapareció en el noreste estado de Tamaulipas. Su familia teme que haya sido secuestrada.

Antonio Arca Brey, de 41 años de edad y originario de Quintillán, parroquia del concello de Forcarei (Pontevedra), fue hallado muerto en circunstancias violentas  el pasado día 13 en Culiacán, ciudad en la que residía y en la que tenía varios negocios hosteleros. Las autoridades aún investigan las circunstancias del crimen de este empresario que emigró hace 20 años a México. 

También se está investigando la desaparición el pasado día 2 de julio de Pilar Garrido Santamans en las inmediaciones del municipio Soto La Marina. El portavoz de seguridad de Tamaulipas, Luis Alberto Rodríguez, indicó que el marido de la víctima presentó la denuncia de desaparición horas después del suceso el 2 de julio.

Garrido Santamans es de origen valenciano y residía en México desde hace unos tres años.

El portavoz de la Policía de Tamaulipas detalló que el estatus jurídico para la investigación es el de "persona no localizada", porque no se puede considerar un secuestro dado que hasta el momento no ha habido una petición de rescate, lo que resulta muy poco común en casos similares.

Tampoco hay "indicios de que pudiera estar privada de su libertad", agregó la Fiscalía estatal en una nota informativa.

El suceso tuvo lugar en el nororiental estado de Tamaulipas, una de las regiones más violentas del país, cuando la pareja y su hijo de un año regresaban a Ciudad Victoria tras pasar unos días en la playa.

De acuerdo con la denuncia del esposo, "fueron interceptados, y a ella la bajaron del vehículo", indicó el portavoz, mientras que él mismo y el hijo de la pareja continuaron el camino.

La Fiscalía estatal ha realizado diversos operativos de búsqueda en la región de Soto La Marina en los que "han participado decenas de Policías Federales y de la Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas, con apoyo de caninos y un helicóptero", concluyó el texto.

El caso se investiga como algo muy poco habitual y con todas las líneas de investigación abiertas en un estado marcado por la violencia entre los diferentes grupos del crimen organizado, principalmente el cártel del Golfo y los Zetas, y de éstos con las fuerzas de seguridad.